El sonido de mi lugar
En un hermoso lugar rodeado de montañas y árboles, se encontraba el campamento "Aventuras sin fin". Este campamento era famoso por su amplia variedad de actividades recreativas para niños y jóvenes.
Un día llegó al campamento un nuevo niño llamado Iñaki. Era tímido y no conocía a nadie. Se sentía nervioso por estar en un lugar desconocido lleno de gente nueva.
Los monitores del campamento notaron la timidez de Iñaki y decidieron acercarse a él para hacerlo sentir cómodo. Le presentaron a otros niños que también eran nuevos en el campamento, les contaron historias divertidas sobre sus aventuras anteriores en el campamento e incluso le mostraron algunos juegos emocionantes que podían jugar juntos.
Iñaki se sintió muy bienvenido y comenzó a disfrutar del campamento. Pronto descubrió su amor por la música cuando los monitores organizaron una noche musical donde todos los niños podían cantar o tocar algún instrumento.
Iñaki estaba emocionado porque había estado tocando la guitarra durante años, pero nunca había tenido la oportunidad de mostrar su talento antes. Cuando llegó su turno, subió al escenario con confianza y comenzó a tocar una canción que había compuesto él mismo.
Todos los demás niños lo aclamaban mientras tocaba, sorprendidos por lo bueno que era Iñaki con la guitarra. Desde ese momento en adelante, Iñaki se convirtió en uno de los favoritos del grupo gracias a su habilidad musical única.
Un día, mientras jugaban al escondite en el bosque cercano al campamento, Iñaki se perdió. Los monitores comenzaron a buscarlo de inmediato, pero no podían encontrarlo en ninguna parte.
Después de horas de búsqueda infructuosa, un grupo de niños decidió seguir el sonido de la guitarra que venía del bosque. Finalmente encontraron a Iñaki sentado en una roca tocando su guitarra y cantando tristemente una canción.
Le preguntaron por qué estaba tan triste y él les explicó que extrañaba mucho a su familia y amigos. Los otros niños lo abrazaron y le dijeron que todos ellos también sentían nostalgia por sus hogares, pero que estaban juntos en ese campamento para apoyarse mutuamente.
Iñaki comprendió entonces que había encontrado un lugar donde podía ser él mismo y hacer nuevos amigos mientras disfrutaba de todas las actividades emocionantes del campamento. Al final del verano, cuando llegó el momento de despedirse, Iñaki se sintió triste otra vez pero esta vez era diferente.
Había hecho muchos amigos increíbles, aprendido nuevas habilidades como tocar la guitarra frente al público y había descubierto lo divertido que puede ser estar al aire libre rodeado por la naturaleza.
Los monitores le dieron un abrazo cálido antes de irse y le dijeron que siempre tendría una familia en "Aventuras sin fin". Iñaki sabía que volvería al siguiente verano porque había encontrado algo muy especial: un lugar donde pertenecía.
FIN.