El sorprendente cambio del Ogro Feliz Infel



En un lejano bosque habitaban un grupo de adorables hadas, quienes eran conocidas por esparcir alegría y vivir en armonía con la naturaleza. Sin embargo, cerca del bosque vivía un ogro llamado Feliz Infel, conocido por su carácter gruñón y su actitud desagradable hacia todos los seres mágicos. Las hadas, a pesar de los continuos desplantes del ogro, decidieron tenderle una trampa para que finalmente descubriera la verdadera belleza del amor y la amistad.

Una noche estrellada, las hadas se reunieron en secreto para elaborar un plan. Decidieron utilizar un conjuro que modificaría la percepción del ogro, haciéndolo sentir una profunda tristeza cada vez que mostrara su mal genio, y una radiante felicidad cada vez que actuara con amabilidad y generosidad. El conjuro fue encomendado a la más sabia de las hadas, quien lo lanzó con gran determinación.

Al día siguiente, el ogro Feliz Infel despertó con una extraña sensación en el pecho. Cada vez que intentaba gruñir o actuar de manera grosera, sentía un profundo pesar en su interior, pero al realizar un acto amable o generoso, un cálido sentimiento de felicidad lo embargaba. Sin comprender lo que sucedía, el ogro atravesó el bosque, encontrándose con las hadas en su camino.

Al verlo tan desorientado, las hadas se acercaron con una sonrisa y le explicaron el conjuro que habían lanzado. El ogro, sorprendido, reflexionó sobre su comportamiento y decidió darle una oportunidad a la bondad. Con el apoyo de las hadas, el ogro comenzó a realizar actos amables: ayudó a los animales del bosque, compartió su comida con seres necesitados y mostró su lado más gentil con todos los habitantes mágicos del lugar.

Con el correr de los días, el ogro se transformó en una criatura amable, generosa y llena de alegría. Las hadas y el ogro se convirtieron en grandes amigos, y juntos demostraron que incluso el ser más malhumorado puede encontrar la felicidad a través del amor y la amistad. Desde entonces, el bosque se llenó de risas y alegría, gracias al sorprendente cambio del ogro Feliz Infel.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!