El sorprendente viaje de la carta del cartero
Había una vez en el bosque de Pinos Brillantes, un cartero llamado Carlitos que estaba encargado de llevar cartas a todos los animales. Un día, el cartero se encontró con una carta muy especial dirigida al oso Roberto, que vivía al otro lado del bosque. La carta decía: "Querido oso Roberto, espero que esta carta te llene de alegría y te recuerde lo especial que eres". Carlitos se puso en marcha, llevando la carta consigo.
Mientras Carlitos caminaba por el bosque, se encontró con el erizo Ernesto sentado bajo un árbol. "¿Qué haces, Carlitos?" preguntó el erizo. "Llevo una carta para el oso Roberto, es una carta muy especial y quiero que llegue a su destino" respondió el cartero. "¡Qué emoción! Quiero ayudarte, déjame llevar la carta en mi espalda para protegerla", dijo el erizo.
Cuando Carlitos y Ernesto continuaron su viaje, se toparon con la ardilla Anita, quien jugueteaba con una nuez. "Hola amigos, ¿a dónde van?" preguntó la ardilla. "Estamos llevando esta carta al oso Roberto", explicó Carlitos. "Oh, qué maravilla. Permíteme esconder la carta en mi nido para que esté a salvo en el camino", sugirió la ardilla. Carlitos asintió agradecido.
Más adelante, cuando ya estaban cerca del hogar del oso Roberto, se cruzaron con el mismo oso, quien estaba triste y solitario. "¡Hola, oso Roberto! Tenemos una carta para ti", anunció Carlitos. El oso, sorprendido, pero emocionado, abrió la carta y leyó las dulces palabras que le habían enviado. Su rostro se iluminó de alegría y agradeció a los tres amigos por haber llevado la carta hasta él.
Como agradecimiento, el oso Roberto organizó un pequeño picnic al que invitó a todos. Durante el picnic, los amigos compartieron risas, comida deliciosa y hermosas historias. Desde ese día, cada vez que Carlitos llevaba una carta, Ernesto, Anita y el oso Roberto lo acompañaban, sabiendo que juntos podían hacer que la felicidad llegara a todos los rincones del bosque.
Y así, el cartero y sus amigos demostraron que con trabajo en equipo y amistad, cualquier desafío se puede superar.
FIN.