El Spa Mágico de Nicólas



En un pequeño pueblo llamado Sonrisa, había un niño llamado Nicólas que tenía un sueño muy especial. Cada noche, él miraba a las estrellas y deseaba encontrar un lugar donde todos pudieran sentirse relajados y felices. Un día, mientras paseaba por el parque, escuchó a unos adultos hablando sobre un nuevo spa que había abierto en la ciudad. "Dicen que tienen los mejores masajes y atención del mundo", comentó Doña Amelia, la panadera del barrio. "¡Y a domicilio! Si no podés salir de casa, ellos vienen hasta tu hogar", agregó el señor José, el jardinero.

Intrigado, Nicólas corrió a casa y decidió investigar más sobre ese lugar tan especial. Así fue como encontró el Spa Mágico. Al llegar, se encontró con un gran letrero que decía: "Ofrecemos cuidado estético, masajes reductores y remodelación. ¡Nosotros vamos a tu casa!"

Esa misma tarde, un grupo de profesionales llegó al spa. Eran los más calificados de la ciudad: la doctora Sofía, experta en cuidado de la piel; el masajista Martín, conocido por sus manos mágicas; y la decoradora Ana, que transformaba cualquier espacio en un lugar soñado.

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FIN.

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