El sueño alado de Olivia


Había una vez una pequeña oruga llamada Olivia, que vivía en un hermoso jardín lleno de flores y colores. Olivia era muy curiosa y siempre soñaba con volar como las mariposas.

Un día, mientras caminaba por el jardín, Olivia se encontró con una mariposa llamada Matilde. Matilde tenía unas alas grandes y coloridas que brillaban bajo el sol. Olivia quedó fascinada al verla volar elegantemente entre las flores.

"- ¡Hola! Soy Olivia, ¿cómo haces para volar tan alto?", preguntó emocionada la pequeña oruga. Matilde sonrió amablemente y le respondió: "- Hola, Olivia. Yo también fui una pequeña oruga antes de convertirme en mariposa. Para poder volar, tuve que pasar por un proceso llamado metamorfosis".

Olivia estaba sorprendida e intrigada por la historia de Matilde. Quería saber más sobre esa transformación mágica. "- ¿Qué es eso de —"metamorfosis" ?", preguntó ansiosa.

Matilde explicó: "- La metamorfosis es un cambio increíble que ocurre en la vida de algunas criaturas como nosotros. Primero somos orugas y luego nos convertimos en hermosas mariposas". Olivia se emocionó aún más al escucharlo. Soñaba con ser como Matilde y aprender a volar alto entre las flores del jardín.

Con cada día que pasaba, Olivia comenzó a alimentarse de hojas frescas y creció rápidamente hasta convertirse en una oruga grande y gordita. Pero ella sabía que su verdadero destino era convertirse en una mariposa.

Un día, Olivia comenzó a sentir un cosquilleo en su cuerpo. Se dio cuenta de que estaba cambiando. Su piel se volvía dura y formaba un capullo a su alrededor. Dentro del capullo, Olivia pasó por una transformación increíble.

Después de varios días, el capullo se abrió lentamente y Olivia emergió como una hermosa mariposa con alas brillantes y colores vibrantes. Era tan hermosa como Matilde. Olivia no podía contener su emoción al ver sus nuevas alas.

Extendió sus alas y empezó a volar por primera vez. Se sentía libre como nunca antes lo había imaginado. "- ¡Lo logré! ¡Soy una mariposa!", exclamó emocionada mientras volaba alrededor de las flores del jardín.

Matilde sonrió orgullosa y dijo: "- Felicidades, querida Olivia. Ahora puedes disfrutar de la libertad de volar y explorar el mundo". Desde ese día, Olivia vivió muchas aventuras junto a Matilde y otras mariposas en el jardín.

Juntas, descubrieron nuevos lugares llenos de belleza y aprendieron sobre la importancia de cuidar la naturaleza. La historia de Olivia inspiró a otros animales del jardín a creer en sí mismos y perseguir sus sueños sin importar su tamaño o forma.

Y así, cada vez que alguien veía una pequeña oruga en el jardín, recordaban la historia de Olivia y sabían que dentro de ella podría haber una hermosa mariposa esperando para ser descubierta.

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