El sueño bajo el mar



Había una vez, en un reino submarino lleno de magia y misterio, un joven sireno llamado Sky. Vivía cerca del majestuoso castillo real, pero siempre había soñado con conocer la superficie del mar.

Sin embargo, esa era una aventura prohibida para los sirenos. Un día, cansado de vivir bajo el agua y deseando cumplir su sueño, Sky decidió romper las reglas y subir a la superficie.

Mientras nadaba emocionado hacia arriba, se encontró con James, un joven humano de su misma edad que estaba en peligro de ahogarse. Sin pensarlo dos veces, Sky utilizó sus habilidades acuáticas para rescatar a James y llevarlo a salvo hasta la orilla.

James abrió los ojos sorprendido al ver a Sky frente a él. "- ¡Muchas gracias por salvarme! - exclamó James asombrado - ¿Eres... eres un sireno?"Sky sonrió tímidamente y asintió con la cabeza. "- Sí, soy un sireno", respondió.

"- Siempre he soñado con conocer la superficie del mar". James quedó fascinado por el mundo submarino que Sky le describía: los corales coloridos, las criaturas marinas exóticas e incluso el castillo real donde vivían los reyes del océano.

Intrigados por lo ocurrido aquella noche mágica, decidieron buscar a una anciana bruja llamada Morgana que vivía en una cueva profunda en el fondo del mar. Se decía que tenía conocimientos secretos sobre cómo permitir que los seres acuáticos visitaran la superficie sin problemas.

Cuando llegaron a la cueva de Morgana, la encontraron mezclando ingredientes en un caldero gigante. La bruja parecía saber que iban a visitarla y los recibió con una sonrisa maliciosa.

"- Veo que deseas conocer la superficie del mar, pequeño sireno - dijo Morgana con su voz ronca - Pero para hacerlo, necesitarás beber una poción especial". Sky y James intercambiaron miradas emocionadas. "- ¿Qué debemos hacer?" preguntó Sky ansioso por cumplir su sueño.

Morgana les explicó que para obtener la poción mágica, debían traerle tres objetos especiales: una perla dorada perdida en el abismo más profundo del océano, una pluma plateada de un ave rara y misteriosa, y un diente afilado de un tiburón poderoso.

Con determinación en sus corazones, Sky y James se embarcaron en una aventura llena de peligros y desafíos. Nadaron juntos hasta lo más profundo del océano, donde encontraron la perla dorada brillando entre las rocas submarinas.

Luego viajaron hacia tierras lejanas donde avistaron al ave plateada volando majestuosamente por el cielo. Con paciencia y astucia lograron atrapar una pluma brillante sin causarle ningún daño al ave. Por último, se adentraron en aguas oscuras donde habitaban los tiburones más temidos.

Con valentía, Sky enfrentó a uno de ellos y logró extraer un diente afilado antes de escapar rápidamente. Regresaron triunfantes a la cueva de Morgana y le entregaron los objetos requeridos.

La bruja, impresionada por su valentía y determinación, preparó la poción mágica. "- Bebe esta poción con cuidado", advirtió Morgana mientras les entregaba dos pequeñas botellas "Les permitirá visitar la superficie del mar durante un día entero".

Sky y James tomaron las botellas con gratitud y se despidieron de Morgana. Emocionados, bebieron la poción juntos y sintieron una sensación cálida recorrer sus cuerpos. De repente, emergieron entre las olas como dos seres nuevos.

Sky pudo sentir el sol en su piel por primera vez, mientras que James experimentaba la fresca brisa marina en su rostro. Pasaron todo el día explorando juntos: caminaron por playas doradas, saltaron olas gigantes e incluso tuvieron tiempo para construir castillos de arena. Fueron momentos mágicos que nunca olvidarían.

Cuando llegó el momento de volver al agua, Sky y James se despidieron con tristeza pero sabiendo que siempre tendrían esos recuerdos especiales compartidos.

A partir de ese día, Sky decidió respetar las reglas del reino submarino pero también recordaría lo hermoso que era cumplir un sueño y hacer amigos inesperados. Y aunque no pudiera visitar constantemente la superficie del mar como humano, siempre llevaría consigo el espíritu aventurero que vivía en su corazón sireno.

FIN.

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