El sueño brasileño de Nico y Gabri



Nico y Gabri eran dos amigos inseparables que compartían su amor por el deporte. Nico era un gran jugador de basket y Gabri un talentoso futbolista.

Ambos soñaban con conocer a sus ídolos deportivos, pero no sabían cómo hacerlo realidad. Un día, mientras jugaban en la cancha del barrio, se les ocurrió una idea loca: irse de aventura a Brasil para conocer a algún jugador famoso. Así que, sin pensarlo dos veces, empezaron a planear su viaje.

"¿Y si vamos a Sao Paulo? Seguro hay algún jugador de fútbol o basquet famoso por ahí", dijo Nico emocionado. "¡Buena idea! Yo siempre he querido ver jugar en vivo al equipo del Corinthians", respondió Gabri entusiasmado.

Así que juntaron todo el dinero que tenían ahorrado y compraron los pasajes para Sao Paulo. Llegaron al aeropuerto llenos de emoción y ansiedad por lo que les esperaba en ese lugar desconocido.

Una vez en Sao Paulo, buscaron información sobre dónde podrían encontrar a algún jugador famoso. Preguntaron en las tiendas deportivas y recorrieron los parques donde se suele practicar deporte.

Pero nada parecía funcionar hasta que conocieron a un simpático vendedor ambulante llamado Carlos:"Hola chicos ¿qué buscan?", preguntó Carlos amablemente. "Estamos buscando algún jugador de fútbol o basquet famoso para conocerlo", respondió Nico con timidez. Carlos sonrió comprensivo "Bueno chicos, eso no es fácil. Pero tengo una idea para ustedes".

Les contó que su amigo Juan era un conductor de taxi muy simpático y conocía a muchos jugadores famosos. Los chicos se animaron y decidieron ir con él.

Juan los llevó por toda la ciudad hasta que llegaron al hotel donde se hospedaba el equipo del Corinthians. Allí, esperaron pacientemente en el lobby hasta que vieron salir a uno de los jugadores más famosos del equipo: Ronaldo. "¡Miren! ¡Es Ronaldo!", susurró Gabri emocionado.

Sin pensarlo dos veces, corrieron hacia él para pedirle una foto. A pesar de estar rodeado por fans, Ronaldo notó la pasión y emoción en los ojos de Nico y Gabri y decidió tomarse una foto con ellos.

"Gracias por hacer realidad nuestro sueño", dijo Nico emocionado mientras miraba la foto en su celular. "Sigan practicando deporte chicos, nunca se sabe dónde puede llevarlos", les respondió Ronaldo sonriendo amablemente antes de despedirse. Los chicos volvieron a casa felices y llenos de energía gracias a esa aventura inolvidable.

Desde entonces, siguieron entrenando duro para algún día llegar a ser como sus ídolos deportivos.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!