El sueño Champions del Sporting
Había una vez en la ciudad de Gijón, un grupo de niños y niñas que eran fanáticos del fútbol y especialmente del Real Sporting de Gijón.
Todos los días se juntaban en el parque a jugar al fútbol imitando a sus ídolos del equipo. Un día, mientras estaban jugando, uno de los niños llamado Marcos dijo: "¡Imaginen si algún día el Sporting gana la UEFA Champions League! Sería increíble". Todos los demás niños asintieron emocionados ante la idea.
Esa misma noche, mientras dormían, cada uno de ellos tuvo un sueño muy especial. Soñaron que estaban en el estadio junto a miles de personas viendo la final de la UEFA Champions League.
El Real Sporting de Gijón estaba jugando contra un equipo muy poderoso y el partido estaba empatado. De repente, en el último minuto, Mario González recibió un pase perfecto y con un potente disparo marcó el gol que le dio la victoria al Sporting.
El estadio entero estalló en alegría y los jugadores celebraron levantando la copa. Al despertar, los niños recordaron su sueño con una sonrisa. Decidieron ir juntos al estadio para ver al Real Sporting jugar su próximo partido.
Mientras veían el juego desde las gradas, notaron que Mario González estaba teniendo una excelente actuación. En el segundo tiempo, con el partido empatado, hubo un penal a favor del Sporting.
Todos contuvieron la respiración cuando Mario se paró frente al balón. "¡Vamos Mario, tú puedes hacerlo!"- gritaron los niños desde las gradas. Mario tomó carrera y con un potente disparo marcó el gol que le dio la victoria al Real Sporting de Gijón.
Los niños saltaban y gritaban emocionados mientras veían cómo su equipo celebraba en el campo. Después del partido, decidieron esperar afuera del estadio para intentar conocer a Mario González.
Cuando finalmente salió, los niños corrieron hacia él para felicitarlo por su gol decisivo. Mario les sonrió y les dijo: "Gracias chicos, ustedes también pueden lograr sus sueños si trabajan duro y nunca se rinden".
Los niños escucharon atentamente las palabras de Mario y prometieron seguir esforzándose tanto en el fútbol como en todo lo que se propusieran en la vida. Desde ese día en adelante, cada vez que jugaban juntos recordaban aquel gol histórico de Mario González que les enseñó que con esfuerzo y determinación todo era posible.
Y así continuaron creciendo juntos, inspirados por su equipo favorito y por las palabras sabias del héroe deportivo local.
FIN.