El Sueño Cumplido de Emmita



Había una vez una niña llamada Emmita, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y bosques. Era una niña muy curiosa y siempre estaba dispuesta a aprender cosas nuevas.

Un día, mientras jugaba en el jardín de su casa, se dio cuenta de que su cumpleaños se acercaba rápidamente. Emmita estaba emocionada por cumplir 4 años, así que decidió hacer algo especial para celebrarlo.

Se puso manos a la obra y comenzó a planear una gran fiesta junto a sus amigos y familiares. El primer paso fue hacer las invitaciones. Emmita tomó papel colorido y dibujó corazones, estrellas y flores en cada invitación.

Luego corrió hacia el buzón del correo y las envió con mucha ilusión. A medida que pasaban los días, Emmita se ocupaba de otros detalles para la fiesta. Ayudó a su mamá a hornear galletitas deliciosas con formas divertidas como animales, flores y caritas sonrientes.

También decoraron la casa con globos multicolores y colgantes brillantes. Finalmente llegó el día tan esperado: el 7 de septiembre, el cumpleaños de Emmita.

La niña se despertó temprano llena de alegría e impaciencia por lo que le esperaba durante ese día tan especial. Cuando bajó las escaleras encontró una sorpresa maravillosa: toda su familia estaba reunida en la sala cantándole "Feliz Cumpleaños" mientras sostenían un enorme pastel con velas brillantes encendidas. Emmita sopló las velas y pidió su deseo en silencio.

Luego, todos se sentaron alrededor de la mesa para disfrutar del pastel y las galletitas que Emmita había ayudado a hacer. Después de comer, Emmita abrió sus regalos con mucha emoción.

Uno tras otro, los envoltorios caían al suelo revelando juguetes coloridos y libros llenos de historias fascinantes. Entre los regalos, Emmita encontró un libro sobre exploradores y aventuras en lugares lejanos.

La niña se quedó fascinada con las imágenes y decidió que quería ser una exploradora valiente cuando creciera. Esa noche, mientras se acostaba en su cama llena de felicidad por su cumpleaños, Emmita pensaba en todo lo que había aprendido durante ese día tan especial.

Se dio cuenta de que cada persona tiene talentos únicos y sueños especiales. A partir de ese momento, Emmita decidió seguir siendo curiosa e inspirarse en todo lo que la rodeaba. Quería aprender más sobre el mundo y convertirse en la mejor versión de sí misma.

Y así fue como Emmita cumplió 4 años rodeada del amor de su familia y amigos, con una fiesta llena de alegría y sorpresas.

A medida que crecía, nunca dejó de buscar nuevas aventuras y siempre recordaba aquel día maravilloso en el que descubrió el poder de sus sueños.

FIN.

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