El sueño cumplido de Juan



Había una vez un niño llamado Juan, quien vivía en la hermosa ciudad de Cartagena. Juan era un niño muy curioso y siempre estaba buscando nuevas aventuras.

Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, escuchó sobre la increíble feria que se celebraba cada año en Albacete. Juan quedó maravillado al escuchar las historias de sus amigos sobre las atracciones emocionantes, los juegos divertidos y los deliciosos dulces que podían encontrar en la feria.

Desde ese momento, su mayor deseo fue ir a la feria de Albacete. Pero había un problema: Albacete estaba muy lejos de Cartagena y Juan no sabía cómo podría llegar hasta allí.

Decidió preguntarles a sus padres si podrían llevarlo a la feria, pero ellos le explicaron que no tenían suficiente dinero para hacer ese viaje. Juan sintió mucha tristeza al escuchar esto, pero decidió no rendirse tan fácilmente.

Se propuso ahorrar todo su dinero de la mesada y buscar alguna forma de conseguir más dinero para poder cumplir su sueño. Durante semanas, Juan trabajó duro haciendo pequeños trabajos para vecinos y familiares. Ayudaba a cortar el césped, lavaba autos e incluso cuidaba mascotas.

Poco a poco, fue juntando el dinero necesario para cubrir los gastos del viaje. Un día, mientras caminaba por el centro comercial con su mamá buscando algo que necesitaban para casa, vio un cartel anunciando un concurso de talento infantil.

El premio era una gran suma de dinero y Juan pensó que esa podría ser su oportunidad para conseguir el dinero que le faltaba. Sin pensarlo dos veces, Juan decidió inscribirse en el concurso.

Pasó días practicando su baile favorito y ensayando su discurso para impresionar al jurado. Llegó el día del concurso y Juan se presentó con mucha confianza. Cuando llegó su turno, subió al escenario y dio lo mejor de sí mismo.

Bailó como nunca antes y habló con tanta pasión sobre su deseo de ir a la feria de Albacete que todos los presentes quedaron impresionados. Finalmente, llegó el momento de anunciar al ganador.

El jurado tomó la palabra y dijo: "El ganador del concurso de talento infantil es... ¡Juan!" Juan no podía creerlo; había logrado conseguir el dinero necesario para ir a la feria de Albacete.

Con una sonrisa enorme en su rostro, Juan fue corriendo hacia sus padres para contarles las buenas noticias. Ellos estaban muy orgullosos de él por haber trabajado duro y haber luchado por cumplir su sueño. Así, Juan y sus padres planearon el viaje a Albacete.

Compraron los boletos de tren y reservaron un hotel cerca de la feria. Cuando llegaron allí, Juan estaba tan emocionado que no sabía qué hacer primero: montar en las atracciones, jugar juegos o probar los dulces típicos.

Durante esos días en Albacete, Juana vivió momentos inolvidables junto a sus padres. Se divirtieron juntos en cada atracción, rieron sin parar jugando juegos y disfrutaron juntos de los deliciosos dulces. Juan aprendió una valiosa lección: que con esfuerzo, dedicación y perseverancia, se pueden cumplir los sueños más grandes.

Además, descubrió que siempre hay oportunidades y formas de conseguir lo que uno desea si se trabaja duro por ello.

Y así, Juan regresó a Cartagena lleno de recuerdos maravillosos y con la convicción de que nunca debía rendirse ante los obstáculos. Sabía que siempre habría nuevas aventuras esperándolo y estaba dispuesto a luchar por alcanzar cada una de ellas.

FIN.

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