El Sueño de Angelito



Había una vez un niño llamado Angelito, de 11 años, que vivía en un pequeño pueblo en Argentina. Angelito era un chico muy curioso y soñador, siempre imaginaba historias increíbles mientras observaba el cielo estrellado desde su ventana.

Pero lo más sorprendente ocurría cuando Angelito se iba a dormir por las noches. En sus sueños, él tenía la maravillosa oportunidad de tener aventuras junto a Jesús.

Cada noche, Jesús aparecía en su habitación y juntos emprendían viajes mágicos a lugares lejanos y desconocidos. Una noche, Angelito y Jesús decidieron visitar el fondo del océano. Se sumergieron en las profundidades del mar y nadaron entre peces multicolores y corales brillantes.

Fue una experiencia fascinante para el niño, quien no dejaba de sonreír mientras exploraban aquel mundo submarino. En otra ocasión, Angelito y Jesús volaron hacia la cima de una montaña nevada.

Juntos construyeron un muñeco de nieve gigante y se deslizaron por las laderas con trineos improvisados. El viento soplaba fuerte pero ellos no sentían frío alguno, solo risas y diversión. Cada sueño era diferente e inesperado.

Un día decidieron ir al espacio exterior; flotaron entre las estrellas y observaron los planetas girando a su alrededor. Otro día visitaron una selva tropical llena de animales exóticos que les enseñaban sobre la importancia de proteger el medio ambiente. Angelito aprendió mucho durante estas aventuras nocturnas.

Jesús le enseñaba valores como el respeto, la amistad y la generosidad. Le mostraba cómo ayudar a los demás y ser una buena persona. Pero un día, Angelito se despertó triste porque no había tenido sueños esa noche.

Pensó que tal vez ya no podría volver a ver a Jesús en sus aventuras nocturnas. Sin embargo, cuando salió de su habitación, se sorprendió al encontrar una nota debajo de su almohada.

"Querido Angelito", decía la nota, "ha llegado el momento de que tú también comiences a crear tus propias aventuras en el mundo real. Sigue siempre tu corazón y recuerda que yo estaré contigo en cada paso del camino".

Aquella nota llenó de alegría el corazón de Angelito y le dio fuerzas para enfrentar las situaciones difíciles que encontraba en su vida cotidiana. Comenzó a buscar nuevas experiencias fuera de sus sueños y encontró amigos con quienes compartir momentos inolvidables.

Pasaron los años y Angelito se convirtió en un joven valiente y decidido. Siempre recordaba las aventuras junto a Jesús en sus sueños, pero ahora era él quien ayudaba a los demás, inspirando con su ejemplo y compartiendo amor.

Y así fue como Angelito descubrió que cada uno tiene dentro de sí mismo la capacidad de hacer realidad sus sueños más increíbles. El cielo siempre le sonreía mientras soñaba por las noches, pero ahora también lo hacía durante el día mientras vivía sus propias aventuras. Fin

FIN.

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