El sueño de Blanquito
Había una vez en un hermoso pueblo llamado Pueblito Feliz, un caballo llamado Blanquito. Era un caballo muy especial, ya que su pelaje era completamente blanco como la nieve.
Todos los habitantes del pueblo lo adoraban y siempre se sentían felices al verlo correr por los campos. Blanquito vivía feliz en el establo del señor Juan, quien lo cuidaba con mucho amor. Sin embargo, Blanquito tenía un gran sueño: quería volar como los pájaros.
Soñaba con poder surcar el cielo y sentirse libre como el viento. Un día, mientras Blanquito trotaba por el campo, encontró a una pequeña mariposa llamada Margarita. Ella también soñaba con volar y se acercó a Blanquito para contarle su deseo.
"-Hola Blanquito, ¿tú también quieres volar?", preguntó Margarita curiosa. "-¡Sí! Sueño con poder volar alto en el cielo", respondió emocionado Blanquito. Margarita sonrió y le dijo:"-Creo que puedo ayudarte a cumplir tu sueño".
Blanquito se sorprendió y preguntó:"-¿De verdad? ¿Cómo podrías hacer eso?"Margarita explicó:"-Tengo una amiga muy sabia llamada Sabina, ella vive en el bosque encantado. Si vamos allí juntos tal vez pueda enseñarnos cómo lograrlo".
Sin dudarlo ni un segundo más, Blanquito aceptó acompañar a Margarita al bosque encantado para conocer a Sabina. Cuando llegaron al bosque encantado, fueron recibidos por Sabina, una vieja y sabia lechuza. Ella les dijo:"-Para volar, primero deben creer en ustedes mismos. La confianza es la clave para lograrlo".
Blanquito y Margarita escucharon atentamente las palabras de Sabina y comenzaron a practicar. Blanquito saltaba lo más alto que podía mientras Margarita volaba a su alrededor, animándolo.
Después de mucho esfuerzo y práctica, un día mientras Blanquito saltaba con todas sus fuerzas, algo increíble sucedió: ¡comenzó a elevarse en el aire!"-¡Lo logré! ¡Estoy volando!", exclamó emocionado Blanquito. Margartia también se sintió feliz por su amigo y juntos disfrutaron del hermoso paisaje desde las alturas.
Blanquito regresó al Pueblito Feliz como un héroe. Todos los habitantes del pueblo quedaron asombrados al verlo volar por encima de ellos. Los niños reían de alegría, aplaudiendo cada vez que Blanquito pasaba cerca de ellos.
Desde ese día en adelante, Blanquito se convirtió en el caballo más querido del pueblo. Siempre recordaba las palabras de Sabina: "La confianza es la clave para alcanzar nuestros sueños".
Y así, Blanquito demostró que con perseverancia y fe en uno mismo, cualquier sueño puede hacerse realidad. Y desde entonces, todos los habitantes del Pueblito Feliz aprendieron que no hay límites para soñar ni obstáculos imposibles de superar cuando se cree en sí mismo. El final
FIN.