El sueño de Daniel



Daniel era un joven tímido con muchos sueños. Desde pequeño había soñado con ir a la universidad y convertirse en un gran ingeniero, pero su familia no tenía mucho dinero y sus padres no podían pagar sus estudios.

A pesar de los obstáculos, Daniel no se rindió. Decidió buscar una forma de alcanzar su meta. Un día, mientras paseaba por el parque, conoció a un anciano sabio llamado Don Manuel. -Hola, joven Daniel- dijo Don Manuel con una sonrisa amable.

-¿Por qué tienes ese semblante tan triste? Daniel le contó sobre su deseo de ir a la universidad, pero su situación económica. Don Manuel escuchó atentamente y le dijo: -No te preocupes, muchacho.

Si realmente quieres algo, encontrarás la manera de lograrlo. Daniel se sintió reconfortado por las palabras del anciano. Decidió buscar trabajo para juntar dinero y así poder costear sus estudios. Luego de buscar por todo el pueblo, encontró trabajo como ayudante en una pequeña fábrica.

Todos los días, después de la escuela, Daniel se dirigía a la fábrica y trabajaba duro. Con el tiempo, logró ahorrar lo suficiente para pagar parte de la matrícula universitaria. Sin embargo, aún le faltaba dinero para completarla.

Daniel se sentía frustrado, pero recordó las palabras de Don Manuel y no se dio por vencido. Decidió buscar ayuda en la comunidad. Organizó una feria solidaria, donde vendió dulces y manualidades que había hecho con sus propias manos.

La gente del pueblo se conmovió con su determinación y generosidad, y muchos se acercaron a colaborar. Finalmente, con la ayuda de la comunidad, Daniel logró reunir el dinero necesario para inscribirse en la universidad.

Entró a la carrera de ingeniería con gran emoción y dedicación. Los años pasaron y Daniel se convirtió en un brillante ingeniero.

Nunca olvidó el apoyo que recibió de Don Manuel y de su comunidad, y siempre buscó ocasiones para ayudar a otros jóvenes que, como él, tenían grandes sueños pero escasos recursos. Su historia inspiró a muchos, demostrando que con determinación, trabajo arduo y solidaridad, los sueños pueden hacerse realidad.

FIN.

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