El sueño de Jerónimo

Había una vez en la hermosa ciudad de París, un niño llamado Jerónimo que soñaba con convertirse en un gran actor de cine.

Todos los días, después de la escuela, corría a su casa y se ponía a practicar frente al espejo sus mejores gestos y frases para algún día brillar en la pantalla grande. Un día, paseando por las calles empedradas de Montmartre, Jerónimo se topó con un actor famoso que estaba filmando una película.

¡Jerónimo no podía creerlo! Se acercó tímidamente al set de filmación y observó maravillado cómo todo funcionaba. "¡Hola! ¿Eres el director?", preguntó Jerónimo al hombre que parecía estar muy ocupado.

"No, soy solo un actor", respondió el hombre con una sonrisa amable. Jerónimo no podía contener su emoción y le contó al actor sobre su sueño de ser parte del mundo del cine.

El actor lo miró con curiosidad y le propuso algo inesperado:"¿Te gustaría participar en esta película? Necesitamos un extra para una escena importante". Jerónimo sintió que estaba viviendo un sueño hecho realidad. Sin dudarlo ni un segundo, aceptó la propuesta y se preparó para rodar su primera escena junto al famoso actor.

La grabación comenzó y Jerónimo siguió todas las indicaciones al pie de la letra. Estaba nervioso pero emocionado por estar cumpliendo su anhelado deseo.

La escena transcurría en un parque lleno de flores coloridas donde Jerónimo debía correr hacia el actor famoso mientras sostenía un ramo de rosas rojas. Al finalizar la toma, el director aplaudió emocionado y felicitó a Jerónimo por su excelente actuación.

El actor famoso se acercó a él y le dijo unas palabras que jamás olvidaría:"Has sido increíble en tu debut frente a las cámaras. Nunca pierdas esa pasión y determinación que te caracterizan". Jerónimo sintió cómo su corazón se llenaba de alegría y gratitud.

Aquel día marcó el inicio de una nueva etapa en su vida, llena de oportunidades y aprendizajes en el mundo del cine. A partir de ese momento, Jerónimo trabajó incansablemente para mejorar sus habilidades como actor.

Participó en más películas, viajando por diferentes países e inspirando a otros niños a perseguir sus sueños con valentía y perseverancia.

Y así fue como aquel encuentro fortuito en las calles parisinas cambió para siempre la vida de Jerónimo, demostrándole que los sueños pueden hacerse realidad si uno cree en sí mismo y nunca deja de luchar por lo que ama.