El sueño de Jhon
Jhon era un niño de Aiquile, pequeño, divertido y un poco flojo en los deberes escolares, pero amable y dispuesto a ayudar a sus compañeros de curso. Era un alumno de la escuela Manuel de Ugarte, donde compartía risas y travesuras con sus amigos. Además de estudiar, Jhon ayudaba a su mamá en la venta de frutas y trabajaba vendiendo helados para ayudar en casa.
A pesar de todas sus responsabilidades, Jhon siempre encontraba tiempo para jugar al fútbol, su pasión. Soñaba con convertirse en un gran futbolista y representar a su país en los estadios más importantes del mundo.
Un día, la maestra de Jhon notó que estaba distraído en clase y que sus notas no eran las mejores. Ella se acercó a él con cariño y le dijo: "Jhon, sé que te encanta el fútbol, pero no podemos descuidar tus estudios. Si te esfuerzas más, podrás lograr tus sueños, tanto en el fútbol como en cualquier otra cosa que te propongas."
Jhon escuchó atentamente las palabras de su maestra y reflexionó sobre lo que le dijo. Decidió que podía ser un gran futbolista y un excelente alumno al mismo tiempo. Pidió ayuda a sus padres para organizarse mejor y cumplir con sus deberes.
Con mucho esfuerzo, Jhon mejoró sus notas y también su rendimiento en el equipo de fútbol de la escuela. Sus amigos lo apoyaron en cada paso del camino. Finalmente, llegó el torneo regional de fútbol, donde Jhon brilló en el campo y ayudó a su equipo a ganar el primer lugar.
La maestra, orgullosa de Jhon, le dijo: "¡Ves, Jhon, cuando te esfuerzas y te organizas, puedes lograr cualquier cosa que te propongas! Eres un ejemplo para tus compañeros."
Jhon entendió que con determinación, apoyo de sus seres queridos y el deseo de superarse a sí mismo, podía alcanzar sus metas. Así, siguió estudiando, ayudando a su mamá en el trabajo y disfrutando del fútbol, sabiendo que con constancia y dedicación, nada podría detenerlo en el camino hacia sus sueños.
FIN.