El sueño de Juan


Había una vez un joven llamado Juan que siempre había soñado con ser profesor. Desde muy pequeño, se imaginaba enseñando a sus amigos y familiares todo lo que sabía y ayudándolos a aprender cosas nuevas.

Por eso, cuando llegó el momento de elegir su carrera universitaria, no dudó en inscribirse en la facultad de educación. Pero la universidad no era fácil para Juan.

Había muchas materias complicadas que debía aprobar para poder graduarse y cumplir su sueño de ser profesor. Una de ellas era "Didáctica General", una materia muy difícil que muchos estudiantes repetían año tras año.

Juan estudió mucho para esa materia y se esforzó al máximo en cada examen, pero siempre parecía faltarle algo para aprobarla. Se sentía frustrado y desanimado, pensando que tal vez nunca lograría graduarse como profesor.

Un día, después de haber rendido uno de los últimos exámenes parciales de Didáctica General, Juan recibió una sorpresa inesperada: ¡había aprobado! No podía creerlo: por fin estaba más cerca de cumplir su sueño. - ¡Lo logré! - gritó emocionado mientras saltaba y corría por el pasillo del edificio universitario.

De pronto, escuchó una voz detrás suyo:- ¿Qué te pasa? ¿Ganaste la lotería? Era su amigo Tomás, quien estudiaba psicología en la misma universidad. - ¡No lo puedo creer! Aprobé Didáctica General - le contó Juan mientras seguían caminando juntos hacia el patio central. - Eso es genial, Juan.

Sabía que eras capaz de hacerlo - le dijo Tomás con una sonrisa. Pero justo en ese momento, un grupo de estudiantes pasó corriendo por al lado de ellos y uno de ellos empujó accidentalmente a Juan, haciéndolo tropezar y caer al suelo.

- ¡Ay! - exclamó Juan mientras se levantaba del piso. Cuando miró hacia arriba, se dio cuenta de que había perdido algo importante: su mochila.

La había dejado olvidada en el pasillo donde había rendido el examen y ahora no estaba por ningún lado. - ¿Qué pasa? ¿Perdiste algo? - preguntó Tomás al ver la cara preocupada de su amigo. - Sí, mi mochila.

Tenía todos mis apuntes y libros para estudiar las otras materias - respondió Juan con angustia. Tomás lo miró unos segundos pensando cómo ayudarlo cuando tuvo una idea:- Esperá acá un segundo, ya vuelvo - le dijo antes de salir corriendo hacia una dirección desconocida para Juan.

Mientras tanto, Juan seguía buscando su mochila sin éxito. Estaba desesperado porque sabía que eso significaría tener que volver a empezar desde cero todo lo que había estudiado hasta ahora.

De repente, escuchó la voz de Tomás detrás suyo:- ¡Acá está! Un chico la encontró tirada en el piso y me dijo que te la devolviera. Juan no podía creerlo: además de haber aprobado Didáctica General, ahora recuperaba sus apuntes gracias a la ayuda inesperada de un desconocido y la astucia de su amigo Tomás.

- Gracias, gracias, gracias - le decía Juan a Tomás mientras abrazaba su mochila con fuerza. - De nada, hermano. Lo importante es que todo salió bien al final - le respondió Tomás sonriendo.

Esa tarde, Juan volvió a su casa con una sensación de felicidad y gratitud que nunca antes había experimentado. Había logrado aprobar la materia más difícil de la universidad y había recibido ayuda inesperada cuando parecía haber perdido todo lo que había estudiado hasta ahora.

Desde ese día en adelante, Juan siguió esforzándose al máximo para cumplir su sueño de ser profesor.

Sabía que no iba a ser fácil, pero estaba seguro de que podía hacerlo con perseverancia y el apoyo de sus amigos y familiares. Y así fue: después de varios años de estudio y trabajo duro, Juan se graduó como profesor y comenzó a enseñar en una escuela primaria cerca de su casa.

Sus alumnos lo querían mucho por su paciencia, dedicación y buen humor; pero sobre todo por la historia inspiradora que siempre les contaba sobre cómo logró aprobar Didáctica General gracias a un poco de ayuda divina del destino.

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