El sueño de Juanito


Juanito estaba muy cansado después de un día lleno de actividades y aventuras. Había ido al parque con sus amigos, jugado fútbol y construido una fortaleza de almohadas en su habitación.

Ahora, mientras se acurrucaba bajo las cálidas mantas, miraba hacia arriba y veía las figuras colgantes que había hecho con su mamá.

Había una luna brillante y redonda, hecha con papel plateado; un avión de cartón que él mismo había pintado de colores vivos; una estrella dorada que brillaba como el sol en el cielo; y un pájaro azul volando libremente entre nubes blancas esponjosas. Cada figura tenía su propio significado especial para Juanito.

Mientras observaba las figuras, empezó a recordar todo lo que había hecho durante el día. Recordó cómo había corrido por el parque riendo a carcajadas con sus amigos, cómo habían pateado la pelota hasta que cayó la noche y cómo habían celebrado cada gol como si fueran verdaderos campeones.

También recordó cómo habían construido la fortaleza de almohadas en su habitación. Habían apilado almohadones grandes y pequeños hasta formar una estructura sólida donde podían esconderse y jugar dentro del mundo mágico que habían creado juntos.

De repente, algo llamó la atención de Juanito: las figuras comenzaron a moverse lentamente sobre él. La luna se deslizó hacia un lado revelando un camino lleno de estrellas resplandecientes.

El avión voló por encima de su cabeza dejando una estela de colores en el aire. El pájaro azul aleteó sus alas y voló hacia la ventana, invitándolo a seguirlo. Juanito se levantó emocionado y siguió al pájaro azul por el camino de estrellas.

Mientras avanzaba, descubrió que cada estrella tenía un mensaje escrito en ella. "Sueña en grande", decía una estrella brillante. "Nunca te rindas", decía otra. "Siempre sé amable", decía una tercera.

Juanito sonrió mientras leía cada mensaje y se dio cuenta de que las figuras colgantes del techo representaban los sueños y deseos que él tenía para su vida. La luna plateada simbolizaba la tranquilidad y la paz que quería encontrar cada noche antes de dormir.

El avión colorido representaba su pasión por viajar y explorar nuevos lugares. La estrella dorada era su deseo de brillar como una estrella en todo lo que hiciera, y el pájaro azul era su anhelo de ser libre como el viento.

Finalmente, Juanito llegó al final del camino de estrellas donde encontró un cofre mágico esperándolo. Abrió el cofre con emoción y dentro encontró un mapa lleno de aventuras aún por vivir. "¡Wow! Esto es increíble", exclamó Juanito emocionado.

El pájaro azul se posó sobre su hombro y le dijo:"Este mapa te llevará a lugares maravillosos si sigues tus sueños y nunca te rindes". Desde ese día, Juanito entendió la importancia de soñar en grande, perseverar y ser amable con los demás.

Cada noche, antes de dormir, miraba sus figuras colgantes del techo y recordaba el mensaje que cada una transmitía.

Y así, Juanito vivió muchas aventuras a lo largo de su vida, siempre siguiendo el camino trazado por las estrellas y guiado por el pájaro azul. Y aunque había momentos difíciles, siempre encontraba la fuerza para seguir adelante recordando los mensajes de las figuras colgantes.

Juanito aprendió que nuestros sueños pueden convertirse en realidad si creemos en nosotros mismos y trabajamos duro para alcanzarlos. Y cada noche, mientras se acurrucaba en su cama, sabía que el mañana traería nuevas oportunidades para hacer realidad sus sueños más grandes.

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