El sueño de Julen
Había una vez en un colegio de Buenos Aires un niño llamado Julen, a quien le encantaba dibujar. Pasaba horas y horas coloreando en su cuaderno, creando obras de arte con lápices de colores y marcadores.
Un día, la maestra anunció que iba a haber un concurso de dibujo en el colegio, y todos los niños estaban emocionados por participar. Julen estaba especialmente entusiasmado, ya que era una oportunidad perfecta para mostrar su talento.
Durante semanas, Julen se dedicó a perfeccionar su dibujo. Se esforzaba cada día por superarse a sí mismo, añadiendo detalles y colores para hacer su obra aún más impresionante. Finalmente llegó el día del concurso.
Todos los niños presentaron sus dibujos ante un jurado compuesto por maestros y padres. Había muchos diseños creativos y coloridos, pero cuando llegó el turno de Julen, todos quedaron boquiabiertos.
Su dibujo representaba un hermoso paisaje argentino con montañas nevadas y un sol brillante en el cielo azul. Los colores eran tan vibrantes que parecían saltar del papel. El jurado no pudo evitar otorgarle a Julen el primer premio al mejor dibujo del concurso.
-¡Felicidades, Julen! ¡Eres todo un artista! -exclamó la maestra emocionada mientras le entregaba su merecido premio. Julen no podía creerlo. Estaba tan feliz y orgulloso de su logro que sus ojos brillaban de emoción.
Desde ese día, todos en el colegio reconocieron su talento para el arte y lo admiraban por su creatividad. Pero lo más importante fue que Julen se dio cuenta de que con esfuerzo y dedicación se pueden alcanzar los sueños más grandes.
Aprendió que nunca hay que rendirse y siempre hay que seguir adelante persiguiendo aquello que nos apasiona. Y así, Julen siguió dibujando y pintando, inspirando a otros niños a seguir sus pasos y demostrando que cualquier cosa es posible cuando se tiene determinación y amor por lo que se hace.
FIN.