El sueño de Kity



Había una vez en un barrio humilde de Buenos Aires, una niña llamada Kity. Desde muy pequeña, Kity tenía un talento especial para diseñar ropa.

Pasaba horas dibujando vestidos hermosos y soñaba con ser una gran diseñadora algún día. Un día, mientras jugaba en el parque del barrio, conoció a Lola, una anciana vecina que solía sentarse en un banco a tejer. Lola notó los dibujos de Kity y quedó impresionada por su creatividad y talento.

"¡Qué lindos son tus diseños, Kity! ¡Deberías convertirte en una gran diseñadora de moda!", dijo Lola con entusiasmo.

Kity sonrió tímidamente y le contó a Lola que le encantaría estudiar diseño de moda, pero que su familia no tenía suficiente dinero para pagar una escuela de moda. Lola reflexionó unos segundos y luego dijo: "No te preocupes, Kity. A veces las oportunidades llegan cuando menos lo esperamos".

Y con esas palabras misteriosas se despidió y se fue caminando lentamente hacia su casa. Los días pasaron y Kity seguía soñando con convertirse en diseñadora de moda.

Un domingo por la tarde, mientras paseaba por la plaza del barrio, vio un cartel que anunciaba un concurso de diseño de moda para niños. El premio era una beca completa para estudiar en la mejor escuela de moda de la ciudad. Kity sintió mariposas en el estómago al leer el cartel.

Sin dudarlo un segundo, corrió a su casa a buscar sus dibujos de ropa. Con la ayuda de su mamá, preparó los diseños más bonitos que había hecho hasta ese momento y los llevó al concurso. El día del concurso llegó y Kity estaba nerviosa pero emocionada.

Cuando llegó su turno para presentar sus diseños frente al jurado, mostró sus creaciones con orgullo y pasión. Los jueces quedaron impresionados por el talento tan grande que tenía esa niña tan joven.

Después de unas largas horas llenas de expectativa, finalmente anunciaron al ganador del concurso: ¡KITY! La pequeña diseñadora no podía creerlo; había ganado la beca completa para estudiar diseño de moda en la mejor escuela de Buenos Aires.

Desde ese día, Kity se esforzó al máximo en cada clase, aprendiendo todo lo posible sobre diseño de moda. Se graduó como diseñadora profesional e incluso abrió su propia marca de ropa exitosa.

Y así fue como aquella niña pobre pero llena de talento logró cumplir su sueño gracias a su determinación, pasión y a la sabiduría inesperada de una amable anciana llamada Lola. Porque como ella decía: "Las oportunidades pueden estar donde menos lo esperamos".

FIN.

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