El sueño de Lola



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Cantarina, una niña llamada Lola que tenía un sueño muy grande: ser cantante.

Desde que era muy pequeña, le encantaba cantar y siempre se imaginaba en un escenario frente a miles de personas. Un día, mientras paseaba por la plaza del pueblo, vio un cartel que anunciaba clases de canto con el famoso profesor Lucas.

Lola sabía que ese era su momento para empezar a perseguir su sueño, pero al preguntar por el precio de las clases se llevó una gran sorpresa: eran muy caras y ella no tenía el dinero suficiente para pagarlas.

Lola regresó a casa desanimada, pero su abuela Marta notó su tristeza y decidió hablar con ella. "No te preocupes, mi niña. Si realmente quieres ser cantante, encontrarás la manera de lograrlo", le dijo con una sonrisa.

Así fue como Lola decidió emprender un camino lleno de obstáculos para poder pagar sus clases de canto. Comenzó a ayudar a vecinos con sus tareas domésticas, vendió limonada los fines de semana y hasta organizó un pequeño recital en la plaza del pueblo para recaudar fondos.

Con mucho esfuerzo y dedicación, Lola logró juntar el dinero suficiente para inscribirse en las clases de canto con el profesor Lucas. Desde el primer día, demostró todo su talento y pasión por la música, sorprendiendo a todos con su voz angelical.

"¡Eres increíble, Lola! Nunca había visto a alguien progresar tan rápido en mis clases", exclamó emocionado el profesor Lucas. Poco a poco, Villa Cantarina comenzó a escuchar sobre la joven promesa musical que estaba surgiendo en su propio pueblo.

Los vecinos apoyaban a Lola asistiendo a sus presentaciones y compartiendo orgullosos sus videos en redes sociales. Sin embargo, justo cuando todo parecía ir viento en popa, se anunció un importante concurso de talentos musicales en la ciudad vecina.

El premio era la oportunidad de grabar una canción profesionalmente y presentarse en un programa de televisión nacional. Lola sabía que esta era su gran oportunidad para demostrarle al mundo entero lo que era capaz de hacer.

Con valentía y determinación, se inscribió en el concurso junto a otros talentosos participantes. La noche del gran evento llegó y Villa Cantarina estaba pendiente frente al televisor. Cuando llegó el turno de Lola de subir al escenario, todos contuvieron la respiración.

Con seguridad e intensidad interpretó una hermosa balada que dejó sin palabras al jurado y al público presente. Al finalizar su actuación, los aplausos retumbaron por toda la sala y las lágrimas inundaron los ojos emocionados de su abuela Marta.

Finalmente llegó el momento esperado: anunciar al ganador del concurso. "Y la ganadora es... ¡Lola!", gritaron emocionados los presentadores mientras confetis caían sobre ella. Desde ese día, Lola se convirtió en toda una estrella musical.

Grabó su primera canción profesionalmente e incluso tuvo la oportunidad de cumplir uno de sus mayores sueños: cantar frente a miles de personas en un concierto benéfico para niños necesitados.

Y así fue como aquella niña sin recursos pero llena de determinación logró convertirse en la cantante que siempre soñó ser; inspirando a todos aquellos que creen firmemente en sí mismos y nunca renuncian ante las adversidades.

FIN.

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