El Sueño de Lucas



Lucas vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas, donde todos los niños asistían a la escuela del lugar. Sin embargo, Lucas no tenía la misma suerte.

Su familia no tenía los recursos suficientes para enviarlo a la escuela, por lo que pasaba sus días ayudando en las tareas del hogar. A pesar de ello, Lucas anhelaba aprender a leer y escribir, pero no sabía cómo lograrlo.

Un día, mientras paseaba por el pueblo, conoció a Tomás, un niño de su edad que sí iba a la escuela. -¿Por qué no estás en la escuela como todos los demás niños? -preguntó Tomás con curiosidad.

-Mi familia no puede pagar mi educación, así que me quedo en casa ayudando -respondió Lucas con tristeza. -No te preocupes, ¡encontraremos la manera de que puedas entrar a la escuela! -exclamó Tomás con entusiasmo. A partir de ese día, Tomás se convirtió en el cómplice de Lucas.

Juntos, idearon un plan para ayudar a Lucas a ingresar a la escuela. Primero, buscaron trabajos temporales para Lucas, como cuidar animales o ayudar en las cosechas, para juntar el dinero necesario para comprar los materiales escolares. Luego, pidieron ayuda a los vecinos para conseguir libros y uniformes.

Finalmente, organizaron un evento en el pueblo para recaudar fondos y así poder pagar la matrícula. Con esfuerzo y perseverancia, Lucas logró reunir todo lo necesario para entrar a la escuela.

El día que Lucas puso un pie en la institución, no podía contener su emoción. Desde ese momento, se esforzó al máximo en cada clase, demostrando que su sed de conocimiento era insaciable.

Gracias al apoyo incondicional de su amigo Tomás y a su propia determinación, Lucas pudo cumplir su sueño de estudiar. Con el tiempo, se convirtió en un ejemplo de superación para todos los niños del pueblo. Y todo esto demostró que, con solidaridad y perseverancia, los sueños pueden volverse realidad.

FIN.

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