El Sueño de Maite en Disney


Maite era una niña muy soñadora. Desde que tenía memoria, siempre había querido ir a Disney.

Su madre le había prometido que cuando cumpliera 15 años, la llevaría al lugar más mágico del mundo y Maite estaba emocionada por ese día. Finalmente, llegó el día de su cumpleaños número 15 y su madre le dijo que era hora de hacer las maletas para viajar a Disney.

Maite no podía contener su emoción, saltaba y gritaba de alegría mientras preparaban todo para el viaje. Después de un largo vuelo, finalmente llegaron a Disney.

Maite se sentía como si estuviera en un sueño hecho realidad: los personajes de sus películas favoritas caminaban por las calles y los castillos eran tan hermosos como los había imaginado. "Mamá, esto es increíble", dijo Maite con lágrimas en los ojos.

"Lo sé mi amor, pero recuerda que tenemos un presupuesto limitado así que tendremos que elegir cuidadosamente qué atracciones visitar", respondió su madre con una sonrisa reconfortante. Maite entendió perfectamente lo que su madre quería decir y comenzaron a planificar cuidadosamente cada actividad para aprovechar al máximo el tiempo en Disney sin gastar demasiado dinero.

Pero pronto descubrieron algo inesperado: ¡los precios habían subido desde la última vez que revisaron! Muchas atracciones requerían pagar entradas adicionales o hacer largas filas para obtener pases rápidos. A pesar del esfuerzo por ahorrar dinero, parecía imposible disfrutar del parque sin gastar una fortuna.

Maite se sintió muy triste, pero entonces recordó algo que su madre le había enseñado desde pequeña: la creatividad y la perseverancia pueden abrir puertas inesperadas.

"Mamá, ¿y si intentamos ganar algunos premios en los juegos de destreza?", preguntó Maite con una sonrisa astuta. Su madre asintió y juntas comenzaron a jugar todos los juegos que encontraban.

Al principio no tuvieron mucha suerte, pero después de varias horas practicando, lograron ganar varios peluches y juguetes que intercambiaron por pases rápidos para las atracciones más populares del parque. Maite estaba emocionada por haber encontrado una solución creativa y económica para disfrutar de Disney al máximo.

Aprendió que cuando se tiene un sueño, no hay obstáculo demasiado grande si se tiene perseverancia y creatividad para superarlo. "Gracias mamá por hacer realidad mi sueño", dijo Maite mientras abrazaba a su madre con lágrimas de felicidad en los ojos.

"Siempre estaré aquí para apoyarte en todo lo que necesites mi amor", respondió su madre con ternura. Y así, Maite aprendió que el camino hacia nuestros sueños puede ser difícil pero siempre vale la pena luchar por ellos.

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