El sueño de Maria



Érase una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, vivía La Ibérica, una niña aventurera y curiosa que soñaba con viajar por el mundo.

Un día, mientras leía un libro sobre lugares exóticos, se topó con una foto de una hermosa playa en Río de Janeiro. La Ibérica quedó fascinada por la imagen y decidió que era hora de cumplir su sueño de viajar. Empacó su mochila llena de ropa colorida y emprendió el largo camino hacia Brasil.

Cuando finalmente llegó a Río de Janeiro, sus ojos brillaban de emoción al ver las playas doradas y el mar azul cristalino.

Mientras caminaba por las calles animadas de la ciudad, La Ibérica escuchó música proveniente del Parque Nacional Tijuca. Siguiendo el sonido, encontró a un grupo alegre bailando samba alrededor de una fogata. Entre ellos había una niña llamada Maria, quien resultaba ser su índia. - ¡Hola! Soy La Ibérica -dijo emocionada-.

He venido desde muy lejos para conocerte. Maria miró a La Ibérica con sorpresa pero luego sonrió ampliamente. - ¡Bienvenida a Río! Estoy feliz de conocerte -respondió Maria-.

¿Quieres aprender a bailar samba? La Ibérica asintió emocionada y pasaron horas riendo y bailando juntas bajo la luna brillante. A medida que compartían sus historias e intercambiaban experiencias culturales, descubrieron que tenían mucho en común aunque vinieran de diferentes lugares del mundo.

Al día siguiente, decidieron explorar juntas los encantos de Río de Janeiro. Subieron al famoso Pan de Azúcar y disfrutaron de una vista impresionante de la ciudad. Luego, visitaron el Cristo Redentor, donde se maravillaron con su imponente figura.

Mientras caminaban por las coloridas calles del barrio bohemio de Santa Teresa, La Ibérica notó que Maria estaba un poco triste. - ¿Qué te pasa, Maria? -preguntó preocupada La Ibérica.

Maria suspiró y explicó que había soñado con viajar a lugares lejanos como La Ibérica pero no tenía los recursos para hacerlo. La Ibérica sonrió y dijo:- No te preocupes, Maria.

¡Yo tengo una idea! ¿Qué tal si organizamos un festival cultural en nuestro pueblo en Argentina? Podemos compartir nuestras tradiciones y recaudar fondos para ayudarte a cumplir tu sueño de viajar. Los ojos de Maria se iluminaron mientras asentía emocionada. Juntas regresaron a Argentina y organizaron el festival más increíble que el pueblo había visto jamás.

Hubo música, danzas folclóricas argentinas y brasileñas, comida típica y artesanías hechas por los habitantes del lugar. El festival fue todo un éxito y lograron recaudar suficiente dinero para cubrir los gastos del viaje de Maria.

Con lágrimas en los ojos, María abrazó a La Ibérica con gratitud infinita. - Gracias por hacer mis sueños realidad -dijo emocionada-. Nunca olvidaré lo que has hecho por mí. La Ibérica sonrió felizmente mientras veía partir a su amiga hacia nuevos horizontes.

Aunque extrañaba a Maria, sabía que había dejado una huella indeleble en su corazón y que siempre serían amigas. Con el tiempo, La Ibérica siguió viajando por el mundo, conociendo nuevas culturas y haciendo amigos en cada lugar que visitaba.

Y mientras exploraba nuevos destinos, siempre recordaría ese mágico encuentro en Río de Janeiro y cómo un simple acto de amistad puede cambiar vidas para siempre.

Y así, La Ibérica continuó su camino lleno de aventuras y enseñanzas valiosas, inspirando a otros a seguir sus sueños y cultivar la amistad sin importar las distancias ni las diferencias.

FIN.

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