El sueño de Mariela
Había una vez en el año 1880, en la provincia de San Juan, Argentina, una niña llamada Mariela. Desde muy pequeña, Mariela tenía un sueño muy grande: quería ser maestra.
En aquella época, en su humilde pueblo, había pocas oportunidades para que los niños estudiaran, y mucho menos para que alguien como ella pudiera hacer realidad su deseo de ser maestra. Pero Mariela era valiente y no se dejaba desanimar.
"Cuando sea grande, quiero enseñar a los niños a leer y escribir", repetía una y otra vez. Un día, escuchó hablar sobre Domingo Faustino Sarmiento, un hombre que luchaba por la educación en Argentina.
Mariela se llenó de esperanza al saber que Sarmiento quería fundar una escuela normal para capacitar maestros. Decidió esperar con paciencia y fe en que ese sueño se hiciera realidad.
Mientras tanto, Mariela ayudaba en casa y cuidaba de sus hermanos menores, siempre con una sonrisa en el rostro y con la convicción de que algún día estudiaría para ser maestra. Pasaron los años, y finalmente Sarmiento cumplió su promesa fundando la escuela normal. Mariela, llena de alegría, se inscribió en la escuela y se esforzó al máximo en sus estudios.
A pesar de las dificultades y los sacrificios, Mariela nunca perdió la determinación de convertirse en maestra. Su humildad y perseverancia fueron recompensadas el día en que recibió su título de maestra.
Desde ese momento, Mariela dedicó su vida a educar a los niños de su pueblo, sembrando en ellos la semilla del conocimiento y el amor por aprender.
Su ejemplo inspiró a muchos otros a seguir sus pasos, y su legado perduró por generaciones, demostrando que los sueños, por más imposibles que parezcan, pueden hacerse realidad con esfuerzo, esperanza y fe en uno mismo.
FIN.