El sueño de Marta



Había una vez una niña llamada Marta, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas cubiertas de nieve. Marta era una niña muy curiosa y soñadora, siempre buscaba aventuras y nuevas experiencias.

Un día, mientras jugaba en el jardín de su casa, Marta encontró un viejo libro mágico escondido entre las ramas de un árbol. Sin pensarlo dos veces, abrió sus páginas llenas de polvo y letras doradas.

Para su sorpresa, descubrió que aquel libro hablaba sobre los elfos del taller de Papá Noel. Marta quedó fascinada con la idea de convertirse en una Elfa. Soñaba con ayudar a Papá Noel a repartir regalos por todo el mundo y hacer felices a todos los niños.

Con mucha determinación, decidió emprender ese viaje hacia el Polo Norte para encontrar al taller mágico. Después de días caminando bajo la nieve y siguiendo las indicaciones del libro mágico, Marta llegó finalmente al Polo Norte.

Allí se encontró con un grupo de elfos trabajando duro en el taller de Papá Noel. - ¡Hola! Soy Marta y quiero ser una Elfa del taller -dijo emocionada.

Los elfos se miraron unos a otros sorprendidos por la valentía de la pequeña niña. - ¿Estás segura? Ser Elfa implica mucho trabajo y responsabilidad -respondió uno de ellos. Pero Marta estaba decidida y no iba a rendirse fácilmente.

- ¡Sí! Quiero ayudar a Papá Noel a hacer realidad los sueños de todos los niños del mundo. Los elfos sonrieron y decidieron darle una oportunidad a Marta. Le enseñaron todo lo que necesitaba saber sobre la fabricación de juguetes, envoltura de regalos y cómo organizar el trineo para la noche de Navidad.

Marta trabajó arduamente junto a los elfos, demostrando su dedicación y entusiasmo en cada tarea.

A medida que pasaban los días, se convirtió en una experta en la elaboración de juguetes y ayudaba a los demás con sus ideas creativas. La noche de Navidad finalmente llegó y el taller estaba lleno de magia y emoción.

Papá Noel estaba listo para partir con su trineo cargado de regalos, pero antes hizo algo inesperado: nombró a Marta como jefa honoraria del taller por su esfuerzo y valentía. - Marta, gracias por tu entrega y amor hacia los demás. Eres un ejemplo para todos nosotros -dijo Papá Noel emocionado.

Marta no podía creerlo, estaba tan feliz que las lágrimas le rodaban por las mejillas. Subió al trineo junto a Papá Noel y juntos volaron por el cielo estrellado repartiendo alegría y regalos a todos los rincones del mundo.

Desde aquel día, Marta siguió siendo una Elfa del taller de Papá Noel durante muchos años. Cada Navidad compartía su historia con otros niños que también soñaban con hacer realidad sus sueños más grandes.

Y así fue como Marta encontró su propósito en la vida, ayudando a hacer felices a los demás gracias a su valentía, determinación y amor por la magia de la Navidad.

FIN.

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