El sueño de Martín



Martín era un adolescente de 12 años que vivía en Uruguay y tenía tres hermanas. Desde muy pequeño, Martín había soñado con convertirse en un gran jugador de básquetbol.

Pasaba horas practicando en la cancha del barrio, driblando, encestado y soñando con jugar en un equipo profesional. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, Martín empezó a sentirse desanimado. Sus amiguitos le decían que era muy pequeño para ser un verdadero jugador. "No te preocupes, Martín.

Algún día serás un gran jugador", le decía su papá para animarlo. Un día, mientras Martín estaba entrenando en la cancha, se acercó un hombre mayor. "¿Te gustaría jugar en un equipo de básquetbol profesional algún día, muchacho?", le dijo el hombre.

Martín asintió con entusiasmo. El hombre le contó que cuando era joven, había sido un gran jugador, pero debido a una lesión tuvo que retirarse. Desde entonces, había entrenado y apoyado a jóvenes talentos como él para que lograran sus sueños.

Empezaron a entrenar juntos, y Martín comenzó a mejorar su técnica y su confianza en sí mismo. Con el tiempo, Martín fue seleccionado para jugar en un equipo juvenil.

Todas las tardes, después de la escuela, corría a la cancha para entrenar con sus compañeros. Sus hermanas lo alentaban desde la tribuna y lo felicitaban incluso en los momentos difíciles. Martín se sentía más motivado que nunca. Un día, su equipo llegó a la final de un importante torneo juvenil.

El partido estaba emocionante y reñido. Faltando pocos segundos para que terminara el partido, el marcador estaba empatado. Martín recibió el balón y con toda la concentración y destreza que había adquirido, encestó el punto ganador.

El estadio estalló en aplausos y gritos de alegría. Martín había logrado su sueño. Desde entonces, Martín entendió que con esfuerzo, constancia y apoyo de sus seres queridos, todo era posible.

Nunca más dudó de su habilidad y siguió entrenando para convertirse en un gran jugador de básquetbol.

FIN.

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