El sueño de Martín
Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, un niño llamado Martín. Martín provenía de una familia humilde y soñaba con convertirse en un ciclista profesional.
Desde muy temprana edad, admiraba a los grandes corredores y pasaba horas imaginando que cruzaba la línea de meta en primer lugar. Llegó la Navidad y los padres de Martín, con mucho esfuerzo, lograron ahorrar lo suficiente para comprarle una bicicleta usada.
Cuando Martín abrió su regalo, sus ojos se iluminaron de alegría al ver el hermoso velocípedo frente a él. Sabía que era el primer paso para cumplir su sueño. Martín comenzó a entrenar todos los días después de la escuela.
Se levantaba temprano por las mañanas y recorría las calles del pueblo pedaleando con todas sus fuerzas. Su entusiasmo era contagioso y pronto se hizo conocido entre los vecinos como "El Ciclista Soñador". Sin embargo, no todo fue tan fácil para Martín.
En su colegio había unos niños llamados Juanito y Lucas que disfrutaban molestando a los demás. Un día, mientras Martín estaba estacionando su bicicleta afuera del aula, Juanito y Lucas decidieron robarla sin pensar en las consecuencias.
Cuando Martín salió del colegio al final del día y descubrió que su bicicleta había desaparecido, sintió una gran tristeza invadirlo. Se preguntó qué habría hecho mal para merecer algo así.
Martín decidió contarle lo ocurrido a sus padres cuando llegó a casa esa tarde. Su papá, al enterarse de la injusticia que habían cometido con su hijo, decidió tomar cartas en el asunto. Al día siguiente, sorprendió a Martín con una bicicleta último modelo.
Martín no podía creer lo que veía. Sus ojos se llenaron de lágrimas de felicidad y agradecimiento hacia su padre. Ahora tenía la bicicleta más increíble que jamás hubiera imaginado. Con su nueva bicicleta, Martín volvió a entrenar aún más fuerte y decidido.
A medida que pasaba el tiempo, sus habilidades como ciclista mejoraban cada vez más. Participó en carreras locales y demostró su talento en cada competencia.
Un día, mientras Martín entrenaba en una pista cercana, Juanito y Lucas se cruzaron con él nuevamente. Esta vez, en lugar de molestarlo o robarle la bicicleta, quedaron impresionados por los logros alcanzados por Martín. "Martín", dijo Juanito tímidamente "-Nosotros hemos estado muy mal contigo y queremos disculparnos sinceramente por nuestras acciones pasadas.
"Martín sonrió amablemente y aceptó las disculpas sin dudarlo. Decidió darles una oportunidad para cambiar y ser mejores personas.
A partir de ese momento, Juanito y Lucas comenzaron a admirar a Martín por su determinación y valentía para perseguir sus sueños. Se convirtieron en buenos amigos y juntos formaron un equipo de ciclistas llamado "Los Tres Mosqueteros del Pedal". El tiempo siguió pasando y Martín continuó destacándose como uno de los mejores ciclistas de la región.
Su historia inspiró a muchos niños y niñas a seguir sus pasiones y no dejarse intimidar por los obstáculos que encontraran en el camino. Martín demostró que con esfuerzo, perseverancia y buenos valores se pueden alcanzar los sueños más grandes.
Y así, el pequeño niño de escasos recursos se convirtió en un ciclista profesional reconocido en todo el país, llevando siempre consigo la lección de que nunca debemos rendirnos ante las dificultades.
Y colorín colorado, esta historia llena de valentía y superación ha terminado.
FIN.