El sueño de Matías Laura



Había una vez un pequeño ratón llamado Matías Laura, quien vivía en una madriguera bajo el suelo de un granero. A pesar de ser muy joven, Matías ya tenía grandes sueños y ambiciones.

Un día, mientras caminaba por el campo, Matías se topó con un grupo de hormigas trabajando arduamente para recolectar comida y construir su hogar. Impresionado por la dedicación y el esfuerzo de las hormigas, Matías decidió que quería trabajar duro también.

"¡Hola! ¿Qué están haciendo?" -preguntó Matías a las hormigas. "Estamos recolectando alimentos y materiales para nuestra colonia" -respondió la líder de las hormigas-. "Trabajamos duro todos los días para asegurarnos de tener suficiente comida y protección".

Matías estaba impresionado por la disciplina y la determinación de las hormigas. Decidió que quería trabajar junto a ellas para aprender todo lo que pudiera sobre el trabajo duro. Los primeros días fueron difíciles para Matías.

Tenía dificultades para cargar los alimentos y mover objetos más pesados debido a su tamaño reducido. Pero no se rindió; siguió trabajando con todas sus fuerzas hasta que finalmente pudo hacerlo bien.

Con cada día que pasaba, Matías se volvía más fuerte y habilidoso gracias al arduo trabajo junto a las hormigas. Y lo mejor era que estaba aprendiendo mucho sobre cómo trabajar en equipo, ser responsable e incluso cómo ahorrar recursos valiosos como el tiempo.

Un día, mientras regresaban del campo cargados con alimentos frescos, un gato hambriento apareció detrás de ellos. Matías y las hormigas se asustaron mucho, pero rápidamente recordaron todo lo que habían aprendido trabajando juntos. "¡No te rindas!", gritó la líder de las hormigas-.

"Trabajemos juntos para ahuyentar al gato". Así, todos los miembros del equipo comenzaron a moverse enérgicamente para distraer al gato y evitar ser cazados. Con su rápido ingenio y trabajo en equipo, lograron escapar ilesos.

Matías estaba emocionado por todo lo que había aprendido trabajando junto a las hormigas. Ahora sabía que el trabajo duro y la determinación podían llevarlo a cualquier parte. "¡Muchas gracias por enseñarme tanto!" -dijo Matías con una sonrisa-.

"Nunca me hubiera dado cuenta de lo importante que es trabajar duro si no hubiera trabajado con ustedes". Las hormigas se sintieron muy felices de haber ayudado a Matías Laura. Sabían que él tenía un gran potencial, solo necesitaba un poco de ayuda para descubrirlo.

Desde ese día en adelante, Matías se convirtió en un ratón más fuerte, más valiente y más disciplinado gracias al arduo trabajo conjunto con las hormigas.

Y así continuó creciendo y alcanzando sus sueños gracias a su dedicación y esfuerzo constante.

FIN.

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