El Sueño de Maximiliano


Maximiliano era un joven estudiante del Profesorado de Informática. Siempre había sido muy apasionado por la tecnología y las computadoras, pero últimamente, tenía mucha incertidumbre respecto a su futuro laboral.

- No sé qué voy a hacer cuando me reciba - decía Maximiliano preocupado mientras miraba su celular. - ¿Por qué no te enfocas en lo que te gusta y confías en ti mismo? - le respondió su amigo Tomás.

Pero a pesar de las palabras de aliento de Tomás, Maximiliano seguía sintiéndose inseguro y abrumado por el futuro incierto que se avecinaba. Un día, mientras caminaba por el parque con su hijo Enzo, éste vio una mariposa revoloteando cerca de ellos.

Enzo corrió detrás de ella emocionado tratando de atraparla. - ¡Papá! ¡Mira la mariposa! - gritó entusiasmado Enzo mientras señalaba al insecto volador.

Maximiliano sonrió ante la emoción infantil de su hijo y comenzó a contarle todo sobre las mariposas: cómo nacen, crecen y se transforman en hermosas criaturas aladas. - Papá, ¿cómo sabes tanto sobre las mariposas? - preguntó curioso Enzo. - Porque siempre me ha gustado aprender cosas nuevas y descubrir el mundo que nos rodea.

Y tú también puedes hacerlo si quieres - respondió Maximiliano con una sonrisa en el rostro. A partir de ese momento, Maximiliano decidió dejar atrás sus miedos e inseguridades para enfocarse en lo que realmente le apasionaba: la tecnología y las computadoras.

Comenzó a buscar trabajo en su área, y gracias a su dedicación y esfuerzo, logró conseguir un empleo en una empresa de software. - Papá, ¿cómo hiciste para conseguir ese trabajo? - preguntó Enzo mientras jugaban juntos en el parque.

- Con mucho esfuerzo y perseverancia, hijo. Siempre hay que seguir nuestros sueños y trabajar duro para alcanzarlos - respondió Maximiliano con orgullo.

Enzo sonrió feliz al escuchar las palabras de su padre y se sintió motivado a perseguir sus propios sueños cuando crezca. Desde ese día, Maximiliano entendió que no debía dejar que el miedo lo detuviera de hacer lo que amaba.

Y aunque el futuro siempre será incierto, él sabía que con confianza en sí mismo y dedicación podía enfrentar cualquier desafío que se presentara en su camino.

Dirección del Cuentito copiada!