El sueño de Morita
Había una vez una niña llamada Morita, de cinco años, que tenía un gran sueño: quería ser bailarina y presentarse en un gran teatro.
Desde que era muy pequeña, pasaba horas y horas bailando en su habitación, imaginando que estaba en un escenario frente a un público aplaudiendo. Un día, mientras paseaba por el parque con su mamá, vio un cartel anunciando una audición para formar parte de una compañía de ballet infantil.
Morita no podía creerlo, ¡era su oportunidad perfecta! Corrió hacia su mamá y le suplicó que la llevara a la audición. "Mamá, por favor, necesito ir a esa audición. Quiero mostrarles lo mucho que amo bailar", dijo Morita emocionada. Su mamá sonrió y asintió.
Juntas se dirigieron al lugar donde se realizarían las audiciones. Al llegar allí, había muchas niñas esperando nerviosas para demostrar sus habilidades en el baile.
Morita se sintió intimidada al ver a todas esas niñas talentosas pero decidió no rendirse y dar lo mejor de sí misma. Cuando llegó su turno, se paró frente al jurado con confianza y comenzó a bailar como si estuviera sola en su habitación.
El jurado quedó impresionado por la gracia y la pasión con la que Morita ejecutaba cada movimiento. Al terminar su presentación, todos aplaudieron emocionados. "¡Eres increíble!" exclamó uno de los miembros del jurado-. "Estamos seguros de que tienes un gran futuro como bailarina".
Morita saltaba de alegría, su sueño estaba cada vez más cerca de hacerse realidad. Sin embargo, el jurado tenía una noticia desalentadora.
"Lamentablemente, solo podemos seleccionar a cinco niñas para formar parte de la compañía de ballet", dijo otro miembro del jurado-. "Pero te aseguramos que tienes mucho talento y no debes rendirte". Morita sintió un nudo en la garganta mientras veía cómo elegían a las otras niñas.
Pero decidió no dejarse vencer por la tristeza y siguió luchando por su sueño. Pasaron los días y Morita continuaba practicando incansablemente. Se inscribió en clases de ballet y buscó oportunidades para mostrar su talento en otros lugares.
Un día, mientras paseaba por el centro de la ciudad con su mamá, vio un teatro donde se presentaban obras infantiles. Morita tuvo una idea brillante: podría hablar con los directores del teatro y pedirles si podía bailar antes de alguna función.
Con timidez pero determinación, Morita se acercó al director del teatro y le explicó su situación. El director quedó impresionado con la valentía de Morita y decidió darle una oportunidad. "Mañana tenemos una función para niños pequeños", dijo el director-.
"Si puedes preparar una presentación corta para ese momento, estarás invitada a bailar en nuestro escenario". Morita no podía creerlo, ¡iba a cumplir su sueño! Pasó toda la noche ensayando hasta que llegó el gran día.
Cuando llegó al teatro, se encontraba lleno de niños ansiosos por ver la obra. Morita se subió al escenario y comenzó a bailar con toda su pasión y energía. Los niños la miraban maravillados, aplaudiendo y sonriendo.
Al terminar su presentación, Morita recibió una ovación de pie por parte del público. Había logrado conquistar el corazón de todos los presentes. Desde ese día, Morita siguió bailando en diferentes teatros y eventos. Su sueño se hizo realidad gracias a su determinación y valentía para perseguirlo.
Morita aprendió que no importa cuántas veces te rechacen o cuántos obstáculos encuentres en el camino, siempre debes seguir adelante y nunca rendirte. Con esfuerzo y dedicación, cualquier sueño puede hacerse realidad.
Y así fue como Morita, la hermosa niña de cinco años, se convirtió en una famosa bailarina que inspiraba a otros a perseguir sus sueños sin importar las dificultades que encontraran en el camino.
FIN.