El sueño de Nicolás

Nicolás era un niño curioso y soñador que desde pequeño había sentido fascinación por el espacio y los planetas. Su habitación estaba llena de cohetes, estrellas y astronautas.

Siempre le decía a su mamá que cuando fuera grande quería ser astronauta para explorar el universo. Un día, mientras paseaban por la juguetería, Nicolás vio un reluciente traje de astronauta en el escaparate. Sus ojos se iluminaron y con entusiasmo le pidió a su mamá que se lo comprara.

-Mamá, por favor, ¿me compras el traje de astronauta? ¡Quiero ser un astronauta de verdad! -le suplicó. La mamá de Nicolás sonrió cariñosamente y le dijo que podrían comprarlo si se esforzaba más en la escuela y seguía aprendiendo sobre el espacio.

Decidieron hacer un trato: si Nicolás mejoraba sus calificaciones y leía más libros sobre astronautas, le comprarían el traje. Con determinación, Nicolás se sumergió en sus estudios y libros sobre el espacio.

Todos los días después de la escuela, se sentaba en su escritorio rodeado de libros y lápices de colores dibujando estrellas y planetas. Su esfuerzo dio frutos, y pronto sus calificaciones mejoraron.

Llegó el día en que Nicolás cumplió su parte del trato, y su mamá lo llevó de regreso a la juguetería. Al entrar, Nicolás se dirigió directamente al traje de astronauta. Su mamá, con orgullo, le entregó el traje. -¡Felicidades, Nicolás! Has demostrado que eres capaz de lograr lo que te propones.

Estoy segura de que algún día alcanzarás las estrellas. Nicolás se puso el traje con una sonrisa de oreja a oreja. Desde ese día, siguió estudiando y preparándose para convertirse en astronauta, nunca perdiendo de vista su sueño de explorar el universo.