El sueño de Sergio
Sergio era un niño muy apasionado por el fútbol. Desde que tenía memoria, su gran sueño era conocer a los jugadores de su equipo favorito, el Sporting de Gijón, y poder jugar con ellos en el campo.
Todos los días veía los partidos por televisión y soñaba con estar ahí, corriendo junto a sus ídolos. Un día, Sergio decidió que ya era hora de hacer algo al respecto.
Tomó una mochila con su pelota de fútbol y se dirigió al estadio del Sporting de Gijón. Sin embargo, sabía que no sería fácil cumplir su sueño. El acceso a los jugadores estaba restringido para los aficionados comunes como él.
Decidido pero nervioso, Sergio se coló sigilosamente en el estadio y encontró la puerta trasera hacia los vestuarios. Se escondió detrás de unos barriles mientras esperaba pacientemente a que llegaran los jugadores. Pasaron algunos minutos hasta que finalmente escuchó voces acercándose.
Los jugadores del Sporting entraron uno por uno al vestuario sin percatarse de la presencia de Sergio. Entonces, cuando todos estaban adentro, Sergio decidió dar un paso audaz hacia adelante y revelar su presencia.
- ¡Hola! - exclamó Sergio tímidamente mientras salía detrás de los barriles. Los jugadores se sorprendieron al ver a un niño allí parado frente a ellos. - ¿Quién eres? - preguntó curioso uno de ellos llamado Roberto. - Soy Sergio y soy fanático del Sporting desde siempre - respondió emocionado-.
Siempre he querido conocerlos y jugar con ustedes. Los jugadores se miraron entre sí, sorprendidos por la valentía de Sergio y su pasión por el fútbol. Decidieron darle una oportunidad. - Está bien, Sergio - dijo Roberto sonriendo-.
Hoy te unirás a nuestra práctica y podrás jugar con nosotros. Sergio no podía creer lo que estaba escuchando. Su sueño se estaba haciendo realidad justo ahí, en ese momento.
Durante toda la práctica, Sergio demostró su habilidad en el campo. Corría, pasaba y anotaba goles como si llevara años entrenando junto a ellos. Los jugadores del Sporting estaban impresionados por su talento natural y su amor por el juego.
Al finalizar la práctica, los jugadores se acercaron a Sergio para felicitarlo. - Eres increíble, Sergio - le dijo uno de ellos llamado Pablo-. Nunca había visto a alguien tan joven jugar tan bien al fútbol. Sergio sonrió orgulloso pero humilde.
Estaba feliz de haber tenido la oportunidad de cumplir su sueño y demostrar su talento ante sus ídolos.
A partir de ese día, los jugadores del Sporting invitaron regularmente a Sergio a unirse a sus prácticas e incluso lo llevaron como invitado especial en algunos partidos importantes. El niño nunca dejó de soñar y trabajar duro para mejorar cada día más en el fútbol. La historia de Sergio inspiró a muchos otros niños que también soñaban con ser futbolistas profesionales.
Aprendieron que con pasión, dedicación y valentía, cualquier sueño puede hacerse realidad.
Y así fue como Sergio logró conocer a los jugadores de su equipo favorito y jugar junto a ellos, demostrando que los sueños pueden convertirse en realidad si nos atrevemos a perseguirlos con determinación y esfuerzo.
FIN.