El sueño de Sofía


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Esperanza, una niña llamada Sofía. Sofía era una niña alegre y curiosa, siempre con una sonrisa en el rostro y muchas ganas de aprender.

Vivía con su abuelita Rosa, quien la crió con mucho amor y le enseñó el valor de la educación. Un día, la escuela anunció que habría una competencia para ganar una beca de estudios en la ciudad.

Sofía se emocionó muchísimo al enterarse, ya que siempre había soñado con poder estudiar más allá de lo que ofrecían en su pequeño pueblo. Decidió que haría todo lo posible por ganar esa beca y así poder cumplir su sueño.

Sofía se puso manos a la obra y dedicó todas sus tardes a estudiar y prepararse para la competencia. Su abuelita Rosa la apoyaba incondicionalmente, haciéndole meriendas especiales para darle energías y animándola en todo momento. Finalmente llegó el día de la competencia.

Había muchos niños participando, pero Sofía estaba tranquila y segura de sí misma. La primera prueba consistió en un examen escrito, donde tenía que demostrar sus conocimientos en matemáticas, ciencias y literatura.

Después de unos días de espera ansiosa, llegó la noticia: ¡Sofía había ganado la beca! La emoción invadió su corazón y no podía creerlo. Corrió a abrazar a su abuelita Rosa, quien lloraba de alegría al ver cumplido el sueño de su querida nieta.

"¡Abuela! ¡Gané la beca! ¡Voy a poder estudiar en la ciudad!" -exclamaba Sofía entre lágrimas de felicidad. "¡Estoy tan orgullosa de ti, mi niña! Siempre supe que eras muy inteligente y capaz.

Ahora podrás llegar tan lejos como te propongas" -respondió emocionada abuelita Rosa. Sofía comenzó sus estudios en la ciudad con mucha ilusión y esfuerzo. Con el tiempo se convirtió en una excelente estudiante e incluso logró obtener otras becas para seguir avanzando en su educación.

Pero lo más importante es que nunca olvidó sus raíces ni dejó de ser esa niña alegre y humilde que conquistaba a todos con su sonrisa sincera.

Siempre recordaba con cariño a su abuelita Rosa, quien fue su gran inspiración para alcanzar sus metas. Y así, gracias a su esfuerzo, perseverancia y al apoyo incondicional de su familia, Sofía logró convertirse en una profesional exitosa que nunca dejó de luchar por sus sueños.

Y cada vez que miraba atrás recordaba ese día especial en el que se sintió feliz porque ganó aquella ansiada beca.

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