El Sueño de Sofía
Sofía era una niña llena de sueños y metas. Desde pequeña, siempre quiso ser profesional y dedicarse a lo que más amaba: la pintura. Todos los días, después de la escuela, se sentaba en su pequeño escritorio y dibujaba con todas sus fuerzas. Su familia la apoyaba y siempre le recordaban lo importante que era seguir sus sueños.
Un día, en la escuela, la maestra les pidió a los niños que escribieran en un papel cuál era su sueño y qué planes tenían para lograrlo. Sofía, emocionada, escribió que quería ser una gran pintora y que para lograrlo iba a practicar todos los días y estudiar arte en la universidad.
Al llegar a casa, le mostró su papel a su mamá, quien sonrió orgullosa y le dijo:
- Sofía, nunca dejes de perseguir tus sueños. Con esfuerzo y dedicación, todo se puede lograr.
Sofía siguió dibujando y estudiando con determinación. Pasaron los años y llegó el momento de postularse a la universidad de arte. La ansiedad invadía a Sofía, pero con el apoyo de su familia logró vencer sus miedos y presentar su solicitud. La espera se hizo eterna, hasta que un día recibió la noticia: ¡había sido aceptada!
Llenos de alegría, organizaron una pequeña fiesta en casa para celebrar. En la fiesta, su abuelo se acercó a ella y le entregó un regalo envuelto en papel brillante. Al abrirlo, descubrió un cuaderno de dibujo nuevo y una caja de lápices de colores. Emocionada, le dio un abrazo a su abuelo y le agradeció con lágrimas en los ojos.
- Gracias, abuelo. Prometo seguir esforzándome y nunca rendirme.
Con el apoyo de su familia, Sofía comenzó sus estudios en la universidad. Los primeros días fueron desafiantes, pero ella recordaba sus palabras: con esfuerzo y dedicación, todo se puede lograr. Poco a poco, fue ganando confianza en sí misma y mejorando sus habilidades. Llegaba a casa cada día con nuevas ideas y proyectos por realizar.
Al finalizar su carrera, organizó una exposición con todas sus obras. Familiares, amigos y profesores asistieron para ver el talento de Sofía. La sala se llenó de elogios y aplausos, y Sofía sintió que todo su esfuerzo había valido la pena.
Hoy en día, Sofía es una reconocida pintora con su propio estudio. Siempre recuerda el apoyo incondicional de su familia y cómo, con determinación y trabajo duro, logró convertir su sueño en realidad.
FIN.