El sueño de Valentino
Valentino era un niño muy talentoso, siempre cantaba en las reuniones familiares y todos lo aplaudían.
Un día, mientras estaba viendo la televisión, vio a su ídolo cantando en un gran escenario rodeado de luces y miles de personas coreando sus canciones. - ¡Mamá! ¡Quiero ser como él! - exclamó Valentino emocionado. - ¿Como quién, mi amor? - preguntó su madre acercándose a él. - Como este chico que está cantando en la tele.
Quiero ser famoso como él y vivir una vida llena de música y alegría - respondió el pequeño con entusiasmo. Su madre sonrió y lo abrazó cariñosamente. - Si eso es lo que realmente quieres, entonces debes trabajar duro para lograrlo.
No será fácil, pero si te esfuerzas y tienes paciencia, puedes hacer realidad tus sueños. Desde ese día, Valentino comenzó a practicar todos los días. Cantaba en su habitación mientras hacía tareas o jugaba con sus amigos.
Incluso grababa videos caseros para subirlos a internet y compartir su pasión por la música con otros niños. Un día, mientras paseaba por el parque con su familia, escuchó una voz que provenía de un grupo musical que tocaba cerca del estanque.
Se acercó curioso y se dio cuenta de que uno de los integrantes del grupo había dejado el micrófono sobre una mesa cercana mientras iba al baño. Valentino no pudo resistirse y tomó el micrófono.
Comenzó a cantar una canción que había estado practicando durante semanas sin darse cuenta de que el grupo había regresado y lo estaba observando. - ¡Eres increíble, chico! - exclamó uno de ellos.
- ¿Quieres unirte a nuestro grupo? Valentino saltó de alegría y aceptó la oferta sin pensarlo dos veces. A partir de ese momento, comenzaron a ensayar juntos todas las semanas. Pero no todo fue fácil para Valentino.
Hubo momentos en los que se sintió desanimado y cansado, especialmente cuando sus amigos lo invitaban a salir a jugar mientras él tenía que quedarse practicando. Sin embargo, su madre siempre lo animaba recordándole que nada importante se logra sin sacrificio ni esfuerzo.
- Recuerda por qué empezaste esto en primer lugar - le decía ella. - Tienes un talento increíble y debes seguir adelante con tu sueño. Finalmente llegó el gran día del concierto en el teatro local. Valentino estaba nervioso pero emocionado al mismo tiempo.
Sabía que era su oportunidad para demostrarle al mundo lo mucho que amaba la música. Cuando llegó su turno, subió al escenario con seguridad y comenzó a cantar una canción original que había compuesto él mismo.
La audiencia quedó cautivada por su voz y pronto todos estaban aplaudiendo y coreando su nombre. Al finalizar la canción, Valentino se inclinó ante el público con una sonrisa radiante en su rostro.
Sabía que ese era solo el comienzo de una larga carrera como cantante profesional. Desde entonces, Valentino continuó trabajando duro para mejorar cada día más. Y aunque hubo altibajos en el camino, nunca perdió de vista su sueño de ser un gran artista.
Y así, Valentino se convirtió en uno de los cantantes más famosos y queridos del país. Pero nunca olvidó el consejo de su madre: trabajar duro y tener paciencia para lograr lo que realmente quieres en la vida.
FIN.