El sueño de Víctor



Víctor era un niño muy soñador y siempre había querido ser actor. Pasaba horas delante del espejo ensayando diferentes escenas y monólogos, imaginándose en el escenario o en la pantalla grande.

Pero su familia no tenía mucho dinero y vivían en un barrio humilde de Buenos Aires, por lo que Víctor sabía que sus posibilidades de triunfar en el mundo del espectáculo eran muy limitadas.

Un día, sin embargo, recibió una noticia que le cambió la vida: había sido seleccionado para un papel importante en una película de Hollywood. ¡No podía creerlo! Había hecho una audición por internet y pensaba que nunca recibiría respuesta, pero allí estaba la confirmación.

Víctor saltó de alegría y corrió a contárselo a su mamá. Ella también se emocionó mucho al ver a su hijo tan feliz y orgulloso. Le dio un abrazo fuerte y le dijo:-¡Felicidades, mi amor! Sabemos lo mucho que has trabajado para lograr esto.

Ahora te queda seguir adelante con esa misma determinación. Víctor asintió con entusiasmo y empezó a prepararse para viajar a Los Ángeles junto a su mamá.

Aunque estaba nervioso por lo desconocido que le esperaba allí, no perdía la ilusión ni la confianza en sí mismo. Cuando llegaron al set de filmación, Víctor quedó maravillado ante las luces brillantes, los decorados impresionantes y los actores famosos caminando por todas partes.

Apenas podía creer que él también formara parte de ese mundo mágico. Pero pronto descubrió que no todo era tan fácil como parecía.

El director de la película, un hombre muy exigente y perfeccionista, le pedía a Víctor que repitiera las mismas escenas una y otra vez, corrigiendo cada pequeño detalle. A veces se frustraba y sentía que nunca sería lo suficientemente bueno. -¡Corta! -gritó el director en una ocasión-. Victor, tienes que poner más emoción en tu actuación.

No te limites a leer tus líneas, sino ponle sentimiento. Víctor se sintió abrumado por la crítica y pensó en abandonar el proyecto.

Pero su mamá lo animó a seguir adelante y le recordó todas las veces que había superado obstáculos similares en su camino hacia sus sueños. -Eres capaz de hacerlo -le dijo ella con cariño-. Solo necesitas tener confianza en ti mismo y perseverancia. Así fue como Víctor decidió dar el máximo esfuerzo para mejorar su actuación.

Practicaba todos los días durante horas, tomaba consejos de los actores veteranos del set y pedía ayuda al director cuando tenía dudas sobre cómo interpretar una escena.

Y poco a poco empezaron a notarse los resultados: sus diálogos sonaban más naturales, sus movimientos eran más fluidos y su presencia en pantalla era mucho más convincente. El director incluso llegó a halagarlo por su trabajo duro. Finalmente llegó el día del estreno de la película.

Víctor estaba nervioso pero emocionado por ver el resultado final de tanto esfuerzo. Y cuando apareció su nombre en los créditos finales junto al resto del elenco, no pudo evitar sentir una oleada de felicidad y gratitud. -¡Lo logré! -exclamó Víctor emocionado-.

Gracias a todos los que me apoyaron. Y así fue como Víctor aprendió que con pasión, perseverancia y confianza en sí mismo, cualquier sueño es posible.

FIN.

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