El sueño del árbol mágico
Había una vez en un lejano bosque un árbol mágico llamado Alfonso. Alfonso era un árbol muy especial, porque en lugar de crecer hacia arriba, crecía hacia abajo.
Sus raíces se extendían hacia el cielo, mientras que sus ramas se hundían en la tierra. Los animales del bosque lo admiraban y le pedían consejos para crecer fuertes y sanos. Un día, Alfonso tuvo un sueño en el que le pedían ayuda.
Era un sueño muy confuso, pero Alfonso supo que debía hacer algo al respecto. Entonces, decidió emprender un viaje hacia el centro del bosque, donde la luz del sol no llegaba.
En su camino, se encontró con varios animales que necesitaban su ayuda: un conejo con miedo a la oscuridad, un pájaro que había perdido su canto y un zorro con miedo a la soledad. Alfonso les escuchó atentamente y les ofreció su apoyo, animándolos a superar sus miedos.
Al llegar al corazón del bosque, encontró a un hada atrapada en una telaraña, incapaz de liberarse por sí misma. Alfonso usó sus raíces para romper la telaraña y liberar al hada, quien le agradeció con lágrimas de alegría.
De repente, el sueño de Alfonso cobró sentido: era la tierra misma quien le había pedido ayuda para cuidar de los seres que habitaban el bosque. Desde ese día, Alfonso se convirtió en el guardián del bosque, cuidando y protegiendo a todos sus habitantes con amor y dedicación.
FIN.