El sueño del baile
Isabel era una niña muy tímida y callada. A pesar de que le gustaba mucho bailar, nunca se animaba a hacerlo frente a otras personas. Siempre se quedaba en su casa bailando sola en su cuarto.
Un día, la escuela anunció que habría un concurso de baile para los estudiantes. Isabel estaba emocionada por la idea de poder mostrar lo que sabía hacer, pero también estaba muy nerviosa porque tendría que bailar frente a toda la escuela.
- ¿Vas a participar en el concurso de baile? - preguntó su amiga Sofía. - Sí, quiero hacerlo - respondió Isabel tímidamente. - ¡Genial! Yo también voy a participar. Podemos practicar juntas si quieres - ofreció Sofía.
Isabel aceptó encantada y comenzaron a ensayar juntas todos los días después de clases. Poco a poco, fue perdiendo el miedo y ganando confianza en sí misma mientras practicaba junto a Sofía.
Pero un día antes del concurso, Sofía enfermó y no pudo ir al colegio para ensayar con Isabel como habían planeado. Isabel se sintió desanimada y pensó en renunciar al concurso porque no sabía si podría hacerlo sin su amiga.
Esa noche, mientras dormía, tuvo un sueño extraño donde una hada aparecía para ayudarla. La hada le dijo:- No te rindas tan fácilmente, Isabel. Tú puedes lograr cualquier cosa si te lo propones.
Solo tienes que creer en ti misma y seguir adelante sin importar las dificultades que encuentres en el camino. Al despertarse, Isabel se sintió motivada a seguir adelante y practicar sola para el concurso. Decidió que no dejaría que la ausencia de Sofía la detuviera.
El día del concurso llegó y Isabel estaba muy nerviosa. Pero cuando comenzó a bailar, se olvidó de todo lo demás. Bailaba con tanta pasión y energía que sorprendió a todos los presentes, incluyendo al jurado.
Cuando terminó su presentación, el público estalló en aplausos y ella recibió una ovación de pie. El jurado anunció que Isabel había ganado el primer premio del concurso. Isabel estaba tan emocionada que no podía creerlo.
Fue entonces cuando recordó las palabras de la hada en su sueño: "Tú puedes lograr cualquier cosa si te lo propones". A partir de ese momento, Isabel se convirtió en una bailarina talentosa y segura de sí misma.
Y siempre recordaría esa noche en la que aprendió una valiosa lección sobre perseverancia y autoconfianza.
FIN.