El sueño del Colibriqui
El colibriqui era un niño muy activo que siempre estaba buscando nuevas aventuras. Le encantaba correr, saltar y jugar con sus amigos, pero lo que más le apasionaba eran los aviones.
Desde pequeño, soñaba con volar por el cielo como un pájaro y sentir el viento en su rostro. Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, El colibriqui vio pasar un avión por encima de su cabeza.
Se quedó maravillado mirándolo hasta que desapareció en el horizonte. A partir de ese momento, supo que quería ser piloto cuando fuera grande.
Desde entonces, El colibriqui empezó a investigar todo lo relacionado con los aviones: cómo funcionaban, cuántos tipos existían y qué habilidades debía tener un piloto para manejarlos. También comenzó a coleccionar maquetas de aviones y a dibujarlos en su cuaderno.
Una tarde, mientras caminaba hacia casa después del colegio, El colibriqui se topó con una tienda de modelismo que vendía kits para armar modelos de aviones. Sin pensarlo dos veces, entró y compró uno. Al llegar a casa, abrió la caja y empezó a armar su primer modelo de avión.
Siguiendo las instrucciones al pie de la letra y poniendo mucha atención en cada detalle para no cometer errores.
Después de varias horas dedicadas al ensamblaje del modelo finalmente lo termino, se veia increíble! El Colibriqui estaba emocionado por mostrarle su logro a sus padres así que les dijo:- ¡Miren lo que hice! Es un avión de verdad, lo construí yo solito. Sus padres se quedaron sorprendidos al ver el modelo terminado y le preguntaron:- ¿Cómo lo hiciste? Se ve increíble.
El Colibriqui les explicó todo lo que había aprendido sobre los aviones y cómo había seguido las instrucciones paso a paso para armarlo. A partir de ese momento, El colibriqui continuó aprendiendo todo lo relacionado con los aviones y la aviación.
Asistía a cursos y talleres donde podía aprender más sobre la mecánica de vuelo y las habilidades necesarias para manejar un avión.
Un día, mientras estaba en un taller de aviación, El colibriqui tuvo la oportunidad de conocer a un piloto profesional que le ofreció llevarlo en su propio avión para dar una vuelta por el cielo. ¡Era su sueño hecho realidad! Desde entonces, El colibriqui no dejó de perseguir su pasión por los aviones.
Estudió mucho y trabajó duro hasta convertirse en piloto profesional, volando por todo el mundo y viviendo aventuras increíbles. Y así fue como El colibriqui demostró que si uno sigue sus sueños con dedicación y esfuerzo puede alcanzar cualquier meta que se proponga.
FIN.