El Sueño del Fútbol
Era una tarde soleada en Valdebebas, el centro de entrenamiento del Real Madrid. Los jóvenes futbolistas estaban emocionados, ya que su ídolo, Kylian Mbappé, había llegado para dar una charla motivacional. El pequeño Endrick, que soñaba con ser un gran jugador, miraba con admiración a todos los que lo rodeaban.
"¡Hola a todos! Soy Kylian, y estoy aquí para hablarles sobre el poder del esfuerzo y la amistad en el fútbol", dijo Mbappé con una sonrisa brillante.
Endrick se sentó en la primera fila, con los ojos muy abiertos, listo para escuchar. Justo detrás de él estaba Federico Valverde, un jugador del Real Madrid que también había llegado para apoyar a los chicos.
"El fútbol no solo se trata de ser rápido o hábil", explicó Valverde. "Se trata de cómo trabajamos en equipo y aprendemos unos de otros. Recuerden que cada vez que entrenan, están construyendo su futuro".
Mientras Endrick escuchaba, su mente estaba llena de sueños. Soñaba con jugar junto a sus ídolos, pero había un pequeño problema: a veces se sentía un poco inseguro sobre su habilidad. Cuando la charla terminó, Endrick se acercó a Mbappé.
"¿Cómo hiciste para ser tan bueno?"
"La clave está en la disciplina y la práctica. Nunca dejes de entrenar, y siempre cree en ti mismo", respondió Kylian con mucha amabilidad.
Inspirado por sus palabras, Endrick volvió a casa esa noche y se propuso entrenar todos los días. Pronto se unió a un equipo local, donde conoció a nuevos amigos que compartían su pasión por el fútbol. Un día, el entrenador del equipo le hizo una propuesta inesperada.
"Endrick, jugarás de titular este fin de semana. ¡Es tu oportunidad para brillar!"
El corazón de Endrick latía rápido. Sin embargo, también sentía miedo. "¿Y si no juego bien?"
Su amigo, Lucas, que siempre había estado a su lado, le dijo: "No te preocupes. Lo importante es disfrutar y dar lo mejor de uno mismo, no siempre se gana, pero siempre se aprende".
El fin de semana llegó y el nerviosismo de Endrick se convirtió en emoción. Después de un primer tiempo difícil, el entrenador le dio un consejo.
"Endrick, recuerda lo que dijo Mbappé. Piensa en el equipo, comunica y no te quedes solo".
Con esa motivación, Endrick salió en la segunda mitad determinado a darlo todo. En un momento clave, corrió hacia el arco rival, pasándola a su compañero, quien anotó un gol impresionante.
"¡Eso fue increíble! ¡Gracias Endrick!" gritó Lucas, mientras el equipo celebraba. Al final del partido, aunque no ganaron, todos estaban orgullosos de su esfuerzo.
Los días pasaron y Endrick continuó entrenando con disciplina y felicidad. Un año después, tuvo la oportunidad de participar en un torneo importante. Kylian Mbappé también estaba presente y observaba a las jóvenes promesas del fútbol.
Endrick jugó con toda su energía, sabiendo que cada pase y cada gol era un reflejo del trabajo y la amistad que había cultivado. Al final del torneo, el equipo no solo ganó, sino que Endrick recibió el premio al jugador más valioso.
"¡Lo hiciste, amigo! ¡Te imagino jugando en el Madrid algún día!" dijo Lucas emocionado.
Kylian se acercó para congratular a Endrick.
"¡Felicidades! Hoy demostraste que el esfuerzo y la amistad son lo más importante en el fútbol".
Endrick sonrió, recordando cada palabra que había escuchado. Sabía que este solo era el principio de su camino y que siempre iba a recordar la charla de su ídolo. Así, con el corazón lleno de sueños, Endrick siguió entrenando, sabiendo que un día, tal vez, jugaría en el Real Madrid junto a sus estrellas.
Fin.
FIN.