El sueño estelar de Fernando
Había una vez un niño llamado Fernando, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y campos verdes. Desde muy pequeño, Fernando siempre había tenido grandes sueños y aspiraciones.
Soñaba con ser astronauta y explorar el espacio, soñaba con ser futbolista y jugar en los mejores equipos del mundo, soñaba con ser chef y cocinar platos deliciosos para su familia. Pero a medida que crecía, Fernando comenzó a dudar de sus sueños.
Sus amigos se burlaban de él por querer ser astronauta o por pensar que podría llegar a jugar en un equipo profesional de fútbol. Incluso su propia familia le decía que debía tener los pies en la tierra y buscar algo más realista.
Un día, mientras caminaba triste por el parque pensando en todo esto, Fernando se encontró con Don Roberto, un anciano sabio del pueblo conocido por contar historias inspiradoras. "Hola Fernando", dijo Don Roberto con una sonrisa amable.
"¿Qué te pasa? Veo que tienes la mirada perdida". Fernando suspiró y le contó a Don Roberto sobre sus sueños frustrados y cómo todos le decían que eran imposibles de alcanzar.
Don Roberto escuchó atentamente y luego respondió: "Fernando, déjame decirte algo importante. Los sueños no tienen límites ni fronteras. No importa lo grande o imposible que parezcan tus sueños, solo tú tienes el poder de hacerlos realidad". Estas palabras resonaron fuertemente en el corazón de Fernando.
Decidió seguir adelante con sus sueños sin importar lo que digan los demás. Comenzó a dedicar tiempo y esfuerzo en cada uno de ellos. Fernando se inscribió en un club de fútbol local y comenzó a entrenar duro todos los días.
A pesar de las dificultades y las críticas, nunca dejó de creer en sí mismo. Con el tiempo, sus habilidades mejoraron tanto que fue seleccionado para jugar en un equipo juvenil reconocido.
Pero Fernando no se conformaba solo con ser futbolista. También se interesaba por la ciencia y el espacio. Pasaba horas leyendo libros sobre astronautas y planetas. Construía maquetas de cohetes en su habitación e imaginaba cómo sería volar por el universo.
Un día, mientras estaba jugando al fútbol con sus amigos, recibió una llamada inesperada. Era la NASA, quienes habían escuchado hablar sobre su pasión por el espacio y querían invitarlo a participar en un programa especial para jóvenes talentosos.
Fernando no podía creerlo. Sus sueños estaban comenzando a hacerse realidad uno tras otro. Decidió aceptar la invitación y comenzó su entrenamiento como astronauta junior.
A medida que pasaban los años, Fernando logró combinar sus dos pasiones: el fútbol y el espacio. Se convirtió en el primer astronauta-futbolista del mundo. Jugaba partidos amistosos desde la Estación Espacial Internacional mientras cumplía con sus misiones espaciales.
La historia de Fernando inspiró a muchos niños alrededor del mundo a seguir sus sueños sin importar lo imposible que parezcan. Demostró que con perseverancia, trabajo duro y fe en uno mismo, todo es posible. Y así, Fernando vivió una vida llena de aventuras y logros, cumpliendo cada uno de sus sueños.
Y aunque los obstáculos siempre estuvieron presentes, él nunca dejó de creer en sí mismo y en el poder de sus sueños.
FIN.