El sueño perdido de Hortensia
Había una vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas, una niña llamada Hortensia. Ella era una niña muy curiosa, siempre buscando aventuras y misterios en cada rincón.
Un día, mientras paseaba por el bosque, se encontró con un hada muy especial que le contó sobre un sueño mágico que estaba perdido en lo más profundo del bosque.
El hada le dijo a Hortensia que solo alguien valiente y con un corazón puro podría encontrar ese sueño y devolverlo al mundo. Hortensia, emocionada por la aventura, decidió emprender el viaje hacia lo desconocido. -¿Podrás encontrar el sueño perdido, Hortensia? -se preguntaba a sí misma mientras seguía adelante.
En su travesía, Hortensia enfrentó desafíos y peligros, pero con valentía y determinación logró superarlos. Con ayuda de nuevos amigos que conoció en el camino, la niña valiente llegó al corazón del bosque, donde encontró una puerta mágica custodiada por un enigmático guardián.
-¿Quién eres tú, niña curiosa, y qué buscas aquí? -le preguntó el guardián con una voz profunda. Hortensia, sin titubear, le contó sobre su misión y el sueño perdido que debía encontrar. El guardián, impresionado por la valentía de la niña, le permitió pasar a través de la puerta mágica.
Al atravesarla, Hortensia se encontró en un paisaje de ensueño, lleno de colores y sonidos maravillosos. Allí, en lo más alto de una colina, vio una luz brillante que emanaba del sueño perdido.
Con pasos decididos, subió la colina y tomó entre sus manos el sueño, que brillaba intensamente. Al hacerlo, sintió una conexión profunda con ese sueño y supo que debía llevarlo de regreso al mundo real.
Con el sueño seguro en sus manos, Hortensia emprendió el regreso, sabiendo que su misión estaba cumplida. Al salir del bosque, el hada la estaba esperando con una sonrisa radiante. -Has demostrado tener un corazón puro y valiente, Hortensia.
Gracias a ti, el sueño perdido ha vuelto al mundo, llenándolo de magia y esperanza. La niña regresó a su pueblo como una heroína, llevando consigo el sueño perdido que iluminaría los corazones de todos.
Y desde entonces, Hortensia siguió buscando aventuras, sabiendo que siempre habría magia en el mundo para aquellos que se atrevieran a buscarla.
FIN.