El sueño rítmico de David


Había una vez un niño llamado David que era muy activo y siempre estaba corriendo por todos lados. Le encantaba ver la serie de Paw Patrol y soñaba con ser un valiente cachorro como ellos.

Pero también tenía otro sueño: quería aprender a tocar el tambor. Un día, mientras David corría por el parque, vio a una niña llamada Emily tocando el tambor en un rincón del parque.

Se acercó emocionado y le preguntó:- ¡Hola! ¿Cómo aprendiste a tocar el tambor? Emily sonrió amablemente y le respondió:- Hola, David. Me enseñaron mis padres hace un tiempo. Si quieres, puedo enseñarte algunos trucos para que puedas empezar.

David se puso muy contento ante la idea y aceptó de inmediato. A partir de ese momento, Emily se convirtió en su maestra de música. Los dos niños comenzaron a practicar juntos todas las tardes después de la escuela.

Emily le enseñaba los diferentes ritmos y cómo sostener las baquetas correctamente. David prestaba mucha atención e intentaba imitarla lo mejor que podía. Pero había un problema: David no podía coordinar sus manos para tocar diferentes ritmos al mismo tiempo.

Por más que practicara, siempre terminaba confundido y frustrado. Un día, mientras ensayaban juntos en el parque, llegó Max, un niño mayor que también sabía tocar el tambor muy bien. - ¡Vaya! Veo que están practicando duro - dijo Max con admiración -.

¿Necesitan ayuda? David miró a Emily esperanzado y ella asintió con una sonrisa. Max se acercó y les dio algunos consejos para mejorar la coordinación de David. - Lo importante es no rendirse nunca, David - le recordó Max -.

Todos los músicos pasan por momentos difíciles al principio. Pero con paciencia y perseverancia, lograrás tocar el tambor como un profesional. David tomó sus palabras como un desafío y decidió practicar aún más duro.

Pasaron semanas enteras de ensayos intensivos, pero poco a poco comenzaron a notarse los progresos. Un día, Emily propuso que tocaran en el festival de música del colegio. Aunque David estaba nervioso, aceptó emocionado.

Sabía que había trabajado muy duro y estaba listo para mostrar su talento al mundo. Finalmente, llegó el gran día del festival. El escenario estaba lleno de niños talentosos tocando diferentes instrumentos musicales. Cuando llegó el turno de David y Emily, subieron al escenario con confianza.

- ¡Hola a todos! - saludaron juntos -. Hoy vamos a tocar una canción muy especial en nuestro tambor. David cerró los ojos por un momento y respiró profundamente antes de empezar a tocar.

Las baquetas volaban sobre el tambor mientras sus manos seguían cada ritmo perfectamente coordinadas. El público quedó impresionado por la habilidad de David y Emily para tocar el tambor juntos. Al finalizar la canción, recibieron una ovación de pie.

Ese día, David aprendió una valiosa lección: cuando tienes un sueño y te esfuerzas mucho por alcanzarlo, nada es imposible. Además, descubrió que siempre hay personas dispuestas a ayudarte en el camino si estás dispuesto a pedir ayuda.

Desde aquel día, David continuó tocando el tambor con Emily y juntos formaron una banda de música. Siempre recordaron la importancia de la perseverancia y el trabajo en equipo, y nunca dejaron de soñar en grande.

Y así, David se convirtió en un músico talentoso y valiente como los cachorros de Paw Patrol, demostrando que con pasión y esfuerzo, cualquier sueño puede hacerse realidad.

Dirección del Cuentito copiada!