El superhéroe de la amistad

Vicente era un niño como cualquier otro, pero lo que nadie sabía es que en secreto era un súper héroe.

Era un niño muy amable, alegre y sociable, siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás y nunca dejaba de sonreír. En el Jardín Capullito, donde asistía, tenía muchos amigos, con quienes disfrutaba jugar y compartir. Sin embargo, un día, la tranquilidad del jardín se vio amenazada.

Un grupo de malvados, carentes de valores como la amistad, llegaron decididos a sembrar la discordia y el desánimo entre los niños. Vicente, con su traje de superhéroe escondido bajo su ropa, no dudó ni un segundo en enfrentar a los malvados para proteger el valor de la amistad.

- ¡Alto ahí! ¿Quiénes son ustedes y qué quieren en nuestro jardín? - les gritó Vicente con valentía. - Jajaja, nosotros somos los rompeamistades y estamos aquí para acabar con todas esas tonterías de la amistad que tanto les gusta a ustedes, mocoso.

-respondió el malhechor con desdén. Sin temor alguno, Vicente enfrentó a los malvados con palabras de aliento, recordándoles la importancia de la amistad y los valores que esta representa.

El resto de los niños, inspirados por la valentía de Vicente, se unieron a él, formando un escudo de amistad que desarmó la maldad de los rompeamistades. Finalmente, los malvados, sintiéndose abrumados por la solidaridad y el amor de los niños, se retiraron derrotados.

Desde ese día, Vicente se convirtió en el héroe del jardín, no solo por su valentía para enfrentar a los malvados, sino también por recordarles a todos la importancia de la amistad y el valor de estar unidos.

Con su ejemplo, logró que todos los niños del jardín se comprometieran a cuidar y valorar sus amistades, convirtiendo el jardín en un lugar lleno de alegría y solidaridad.