El Susto de Mario y el Monstruo Amistoso
Mario era un niño curioso que adoraba los monstruos. Tenía posters en la pared de su habitación, juguetes de peluche de criaturas extrañas y leía libros sobre leyendas de un mundo misterioso habitado por seres fantásticos. Su favorito era un monstruo llamado Tonino, que supuestamente vivía en un bosque cercano y que todos los niños describían como un simpático monstruo de colores brillantes.
Un día, Mario decidió que era hora de encontrarse con Tonino. Lleno de emoción, se preparó para su aventura. "Voy a buscar a Tonino", se dijo a sí mismo mientras se ponía su gorra de explorador y cargaba su mochila con un bocadillo y una linterna.
Al llegar al bosque, Mario sintió un cosquilleo de emoción y miedo a la vez. "Sólo tengo que seguir el camino de los árboles grandes", murmuró, recordando las historias que había escuchado.
A medida que avanzaba, el susurro de las hojas y el canto de los pájaros lo acompañaron. Pero de pronto, sintió un crujido detrás de él. Se dio vuelta rápidamente y vio una sombra gigante. "¿Quién es?" preguntó asustado.
La sombra se movió, y antes de que pudiera reaccionar, un enorme monstruo apareció frente a él, con ojos enormes y dientes afilados.
"¡Ahhhh!", gritó Mario, dando un paso atrás. "¡Eres...! ¡Eres un monstruo!"
"¡Tranquilo!", dijo el monstruo con una voz profunda pero amigable. "Soy Tonino, el monstruo que tanto has estado buscando. No voy a hacerte daño, soy tu amigo."
Mario no podía creerlo. El monstruo que había imaginado en sus sueños estaba justo frente a él. "¿Tú eres Tonino? Pensé que ibas a ser aterrador y espeluznante."
Tonino soltó una gran risa. "Lo que sucede es que todos tienen miedo de mí debido a mi apariencia. A veces, lo que parece aterrador no es lo que parece. ¡Ven, quiero mostrarte mi hogar!"
Contrario a su miedo inicial, Mario se sintió cada vez más curioso. Juntos, comenzaron a caminar hacia una parte del bosque donde había un lago brillante, lleno de colores vibrantes.
"Este es mi lugar favorito", dijo Tonino mientras señalaba el lago. "Aquí puedo jugar y nadar. A veces solo me siento un poco solitario. La gente se asusta de mí antes de conocerme."
Mario se sintió triste por su nuevo amigo. "No deberías estar solo. La gente simplemente no sabe que eres amable. ¿Podemos hacer algo para que comprendan eso?"
Tonino sonrió, "¡Claro!"
Mario pensó en cómo podían mostrar a los demás que Tonino solo quería ser amigo. "Podríamos organizar una fiesta en el bosque y convocar a todos los niños. Así podrías conocerlos y ellos a ti. ¡Muchas personas vinieron a conocerme cuando celebramos mi cumpleaños!"
A Tonino le pareció una gran idea. Juntos planearon la fiesta, decoraron el bosque, organizaron juegos y prepararon bocados deliciosos.
Finalmente, el gran día llegó y Mario fue a la ciudad para invitar a sus amigos. Muchos miraban con desconfianza la idea de ir a un bosque donde supuestamente vivía un monstruo, pero Mario insistió. "¡Es un gran amigo! ¡Vengan a conocerlo!"
Convencidos por la energía de Mario, sus amigos lo siguieron al bosque. Cuando llegaron, Tonino salió de detrás de los árboles haciendo un gesto amigable.
"¡Hola amiguitos! ¡Bienvenidos a mi fiesta!" Todos los niños se quedaron boquiabiertos al ver al monstruo, pero pronto se dieron cuenta de que Tonino no era aterrador en absoluto. La risa y las interacciones comenzaron a llenar el aire.
"¡Vengan! ¡Juguemos!", invitó Tonino y, uno a uno, los niños se acercaron.
La fiesta fue un éxito. Todos se divirtieron, jugaron, nadaron y, sobre todo, aprendieron que no deben juzgar a alguien solo por su apariencia. Al final del día, Mario se sintió contento, no solo porque había conocido a su monstruo favorito, sino porque había ayudado a que otros entendieran la verdad detrás de los miedos.
"Gracias, Mario. Eres un gran amigo", dijo Tonino mientras se despedían. "Siempre recordaré esta fiesta", respondió Mario.
Desde ese día, Mario y Tonino se convirtieron en los mejores amigos, dejando bien en claro que a veces, los monstruos no son lo que parecen, y que abrir nuestro corazón y mente es la clave para hacer grandes amistades.
FIN.