El Susurro del Bosque



En un pequeño pueblo rodeado de un bosque frondoso y misterioso, había tres amigos: Tomás, Lía y Pepi. Siempre habían escuchado cuentos sobre el Bosque de los Susurros, un lugar donde los árboles hablaban y las sombras parecían cobrar vida. Pero un día, decidieron aventurarse más allá de los límites conocidos.

"- Vamos, no puede ser tan aterrador - dijo Tomás, con una sonrisa desafiante.

"- ¡No sé, siempre dicen que hay fantasmas y cosas raras - respondió Lía, un poco asustada.

"- Pero fue solo un cuento, ¿no? - insistió Pepi, tratando de calmarla.

A medida que se adentraban en el bosque, comenzaron a escuchar susurros entre los árboles.

"- ¿Escuchan eso? - preguntó Lía con los ojos muy abiertos.

"- Son solo los vientos que pasan por las ramas - dijo Tomás, aunque su voz temblaba un poco.

"- O puede que sean las raíces de los árboles hablando - agregó Pepi, tratando de ser valiente.

De repente, se encontraron frente a un viejo roble. Sus ramas eran tan gruesas y retorcidas que parecían dedos. Una sombra se movió detrás de él, y los tres amigos se quedaron paralizados.

"- ¿Quién va? - preguntó una voz profunda que parecía salir del árbol mismo.

"- Ehh... somos Tomás, Lía y Pepi - dijo Tomás, tratando de sonar seguro.

"- ¿Qué hacen en mi bosque? - inquirió el árbol, inclinando su ramas como si se acercara a ellos.

"- Solo estábamos explorando... - murmuró Lía, ahora con una mezcla de miedo y curiosidad.

"- Este bosque es antiguo y está lleno de secretos. - dijo el árbol - Pero no todos los que entran son dignos de conocerlos.

Los niños se miraron entre sí, preguntándose cómo podían demostrar que eran dignos. Después de un momento de reflexión, Tomás tomó la iniciativa.

"- ¡Prometemos cuidar del bosque! - exclamó.

"- Sí, prometemos protegerlo de la basura y de aquellos que no lo respetan - añadió Lía.

"- Y aprenderemos sobre cada planta y animal que vive aquí - finalizó Pepi.

El árbol los observó con atención y, tras un largo suspiro, las ramas comenzaron a moverse haciendo el sonido de una risa.

"- Muy bien, pequeños, demuéstreme que sus corazones son puros. Les daré una oportunidad.

De repente, el bosque iluminó con mil luces de colores, y los tres amigos se encontraron en un claro donde los árboles se llenaron de luz y música.

"- ¡Esto es mágico! - gritó Lía emocionada.

"- ¡Mirá! - dijo Pepi señalando a un grupo de luciérnagas que danzaban en el aire.

"- Bienvenidos a la Fiesta del Bosque! - exclamó el árbol.

Los amigos se unieron a la celebración y descubrieron que los árboles estaban llenos de historias, risas y aventuras. Aprendieron a actuar juntos, a cuidarse y, sobre todo, a amar el lugar que antes les había asustado.

Mientras la fiesta continuaba, el árbol les dijo:

"- Recuerden siempre la promesa que hicieron. Este bosque no solo es un lugar de misterio, también es un hogar para muchos.

Finalmente, llegó el momento de regresar a casa.

"- Gracias, querido árbol - dijo Tomás con gratitud.

"- Nunca olvidaremos nuestra promesa - agregó Lía.

"- Y volveremos a visitarte - finalizó Pepi.

Y así, al salir del bosque, los tres amigos no solo se llevaron consigo la magia de aquel lugar, sino también por siempre la responsabilidad de cuidar de su entorno. Desde aquel día, el Bosque de los Susurros ya no les dio miedo, sino un sentimiento de respeto y amor.

Y siempre recordaron cómo los susurros del bosque se convirtieron en bromas, risas y, sobre todo, en amistad.

Fin.

FIN.

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