El Talento de Mateo

Había una vez un chico llamado Mateo, que era muy inteligente y siempre destacaba en la escuela. Sin embargo, sus amigos no lo aceptaban como era y solían criticarlo por ser diferente.

Le decían cosas como "mateíto el nerd" o "el cerebrito", lo que entristecía mucho a Mateo. Un día, se celebró una fiesta en el barrio y todos estaban emocionados por asistir. Mateo también fue invitado, pero estaba indeciso.

Por un lado, quería divertirse con sus amigos, pero por otro temía las burlas que podrían recibirlo esa noche. Finalmente, decidió ir a la fiesta y trató de pasar desapercibido entre la multitud.

Sin embargo, cuando llegó el momento de subir al escenario para cantar en el karaoke, algo inesperado sucedió. Mateo tomó el micrófono con timidez y comenzó a entonar una canción con una voz dulce y melodiosa que dejó a todos boquiabiertos. - ¡Wow! ¡Mateo canta increíble! -exclamaron sorprendidos sus amigos.

- Sí, nunca imaginé que tuvieras tanto talento escondido -dijo uno de ellos. Desde ese momento, todo cambió para Mateo. Sus amigos se disculparon por haberlo juzgado sin conocer su verdadero potencial y empezaron a valorarlo por quien era realmente.

Descubrieron que detrás de su inteligencia se escondía un corazón lleno de talento y sensibilidad. A partir de esa noche, Mateo se convirtió en el alma de todas las fiestas del barrio.

Cantaba con pasión y alegría, contagiando a todos con su entusiasmo. Sus amigos aprendieron la lección de no juzgar a los demás por las apariencias y descubrieron lo maravilloso que era tener a alguien tan especial como amigo.

Y así, Mateo comprendió que ser diferente no era algo malo; al contrario, era lo que lo hacía único e irrepetible. Aprendió a amarse tal como era y a confiar en sus habilidades para brillar con luz propia dondequiera que fuera.

Y colorín colorado este cuento ha terminado, pero recuerda: nunca subestimes el potencial oculto en cada persona porque siempre puede sorprenderte gratamente. ¡Fin!