El tapiz mágico amarillo
En un pequeño pueblo de Argentina, vivía una niña llamada Catalina. Un día, mientras ayudaba a su abuelita a limpiar el desván de la casa, descubrió un tapiz amarillo escondido entre cajas y viejos libros.
Al tocarlo, el tapiz comenzó a brillar y de él emergió una encantadora hada. La hada le explicó a Catalina que el tapiz era mágico y que tenía la capacidad de conceder deseos a las mujeres valientes y bondadosas.
La hada le confió a Catalina la misión de encontrar a mujeres especiales que necesitaran ayuda. Con emoción, Catalina aceptó el desafío y comenzó su aventura. En su camino conoció a Martina, una niña que soñaba con ser veterinaria pero no tenía los recursos para estudiar.
Catalina le regaló el tapiz y el deseo de Martina se hizo realidad. Luego encontró a Valentina, una anciana triste y solitaria a quien el tapiz le concedió la compañía de una nueva amiga.
Catalina comprendió que el tapiz no solo cumplía deseos, sino que también enseñaba lecciones valiosas. Finalmente, al cumplir su misión, la hada le reveló a Catalina que ella también era una mujer especial, ya que había compartido su magia con generosidad.
Desde ese día, Catalina llevó consigo el tapiz y continuó ayudando a quienes lo necesitaban, convirtiéndose en un ejemplo de solidaridad y bondad para su comunidad.
FIN.