El teatro de los pequeños actores
En una soleada tarde de verano, los niños se acercaron al teatro romano con una idea brillante en sus mentes inquietas.
Martina, la más valiente del grupo, propuso: "¡Deberíamos actuar nosotros también! ¿Qué les parece si preparamos nuestra propia obra y la presentamos en este grandioso escenario?"Los demás niños asintieron emocionados ante la propuesta de Martina.
Decidieron que cada uno tendría un papel especial: Lucas sería el héroe valiente, Sofía interpretaría a la princesa encantadora, Mateo sería el sabio consejero y Valentina desempeñaría el papel de la villana malvada. Con entusiasmo, los niños comenzaron a ensayar su obra todos los días después de jugar.
Se ayudaban mutuamente a recordar sus líneas y practicaban movimientos escénicos bajo la atenta mirada de Martina, quien dirigía con gran determinación. Una semana antes del gran día, los niños invitaron a todos los habitantes del pueblo a asistir a su presentación en el teatro romano.
El rumor sobre el espectáculo infantil se extendió rápidamente, despertando curiosidad y expectación entre la gente. Finalmente llegó el día del gran espectáculo. El teatro romano estaba repleto de personas ansiosas por presenciar la actuación de los pequeños artistas.
Con nerviosismo pero determinación, los niños subieron al escenario y dieron vida a su historia con pasión y energía. "¡Detente, villana malvada!" exclamó Lucas mientras sostenía una espada imaginaria frente a Valentina.
"¡Nunca podrás derrotarme! Soy más poderosa que tú", respondió Valentina con voz firme. "Pero olvidas que el amor siempre triunfa sobre el mal", intervino Sofía con dulzura. "Escuchen mis palabras sabias: solo juntos podemos vencer cualquier obstáculo", agregó Mateo con solemnidad.
La audiencia estaba cautivada por la actuación de los niños. Aplaudían y vitoreaban cada escena, emocionados por la creatividad y dedicación que veían en el escenario. Al finalizar la obra, todos se pusieron de pie para ovacionar a los jóvenes actores.
Los niños se abrazaron emocionados por el éxito de su espectáculo. Habían demostrado que con esfuerzo, trabajo en equipo y pasión por lo que hacen, podían lograr grandes cosas.
El director del teatro romano se acercó a ellos visiblemente impresionado y les dijo: "¡Han realizado un magnífico espectáculo! Su talento brilla tanto como las estrellas en el cielo". Desde ese día en adelante, los niños siguieron participando activamente en obras teatrales junto a actores profesionales en el teatro romano.
Siempre recordaban aquella vez donde descubrieron su amor por las artes escénicas y cómo juntos crearon un momento mágico e inolvidable para todos aquellos que tuvieron el placer de presenciarlo.
Y así termina nuestra historia sobre cómo unos valientes niños descubrieron su pasión por el teatro romano y lograron cautivar corazones con su arte y dedicación. ¡El Gran Espectáculo había sido todo un éxito gracias al talento y esfuerzo de estos jóvenes artistas!
FIN.