El técnico bondadoso



Había una vez un técnico de computación llamado Matías. Era un hombre grande y blanco, con una barba frondosa que le daba un aire imponente.

Pero aunque era muy hábil en su trabajo, había algo que no le gustaba hacer: viajar. "No me gusta estar lejos de mi hogar", decía Matías cada vez que alguien le proponía salir de la ciudad por trabajo.

Esto limitaba mucho sus oportunidades laborales y también lo alejaba de conocer nuevos lugares y culturas. Pero a Matías esto no parecía importarle demasiado. Un día, mientras trabajaba en su taller, llegó una familia con su hija pequeña.

La niña estaba triste porque se había roto el ordenador donde guardaba todas sus fotos favoritas. "¡Oh no! ¡Qué desastre!", exclamó Matías al ver la situación. Matías sabía lo importante que era para la niña recuperar esas fotos y decidió ayudarla sin cobrarles nada a cambio.

Mientras reparaba el ordenador, la niña comenzó a hacerle preguntas sobre su trabajo y cómo aprendió todo lo que sabía. Fue entonces cuando Matías se dio cuenta de que nunca había asistido a cursos o capacitaciones para mejorar sus habilidades técnicas.

"Creo que podría aprender muchas cosas nuevas si me capacito", pensó Matías en voz alta ante la sorpresa de los padres de la niña. Decidió entonces inscribirse en un curso online para mejorar sus habilidades como técnico informático.

Pero aún quedaba algo más por superar: su aversión hacia las reuniones sociales. Un día recibió una invitación para asistir a una conferencia sobre tecnología y emprendimiento. A pesar de que no quería ir, decidió hacerlo para seguir aprendiendo.

Fue allí donde conoció a otros técnicos informáticos y empresarios del sector. Descubrió que podía aprender mucho de ellos y también compartir sus propias experiencias. "¡Nunca pensé que las reuniones sociales pudieran ser tan interesantes!", exclamó Matías al volver a casa esa noche.

A partir de ese momento, Matías comenzó a viajar más por trabajo, asistir a capacitaciones y participar en eventos sociales. Se dio cuenta de que había estado perdiéndose muchas oportunidades valiosas por su resistencia al cambio.

Y así, Matías se convirtió en un técnico informático más completo y feliz, dispuesto a enfrentarse a nuevos desafíos y aventuras gracias a su nueva actitud abierta y curiosa ante la vida.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!
1